artículos, escritos y demás piezas perfectamente obviables perpetradas por Javier Armentia (@javierarmentia por algunas redes)
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2003-05-16
Propagandas
(MILENIO, lunes 12 de mayo de 2003, Diario de Noticias)
Ahora tenemos campañas electorales, pero desde hace mucho tiempo también teníamos más o menos lo mismo. Realmente la única diferencia que establece el periodo marcado por la ley parece ser que en estos días el político de turno puede decir explícitamente "vótame". El resto del año no lo dicen porque queda mal, pero no paran de decirlo sin esas palabras. Personalmente, me siento bastante refractario a las propagandas electorales, incluso a las que vienen de aquellos candidatos que acabaré votando.
Lo cierto es que me pasa lo mismo con los anuncios de televisión: uno los ve en primer lugar porque no hay más remedio, y en segundo porque en el fondo es más divertido que el resto del contenido de la programación. Con las campañas nos pasa lo mismo: o se echa uno al monte (o al mar) o no hay manera de no enterarse de que hay por ahí unos bustos con sonrisas muy profidén que están de campaña. Por otro lado, el resto de las cosas que pasan están tan mediatizadas por la propia campaña que es casi peor enterarse: mejor dejarles que hablen y hablen y hablen, que hablen mal de los otros y acríticamente bien de los suyos.
La pena es que, al menos en televisión, existe la posibilidad de cadenas libres de anuncios. Y en estos días, en este país, no hay manera de estar -sin irse, ya lo decía- libre de tanta propaganda. ¿No habría manera de suscribirse a una España de pago, al menos estas dos semanas, libre de anuncios? Ya de paso, podían programar un país así durante todo el año, y además menos caro que lo que nos sale el que tiene tanta publicidad. Utopías, quiero decir.
2003-05-16
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Propagandas
2003-05-16
(MILENIO, lunes 12 de mayo de 2003, Diario de Noticias)
Ahora tenemos campañas electorales, pero desde hace mucho tiempo también teníamos más o menos lo mismo. Realmente la única diferencia que establece el periodo marcado por la ley parece ser que en estos días el político de turno puede decir explícitamente "vótame". El resto del año no lo dicen porque queda mal, pero no paran de decirlo sin esas palabras. Personalmente, me siento bastante refractario a las propagandas electorales, incluso a las que vienen de aquellos candidatos que acabaré votando.
Lo cierto es que me pasa lo mismo con los anuncios de televisión: uno los ve en primer lugar porque no hay más remedio, y en segundo porque en el fondo es más divertido que el resto del contenido de la programación. Con las campañas nos pasa lo mismo: o se echa uno al monte (o al mar) o no hay manera de no enterarse de que hay por ahí unos bustos con sonrisas muy profidén que están de campaña. Por otro lado, el resto de las cosas que pasan están tan mediatizadas por la propia campaña que es casi peor enterarse: mejor dejarles que hablen y hablen y hablen, que hablen mal de los otros y acríticamente bien de los suyos.
La pena es que, al menos en televisión, existe la posibilidad de cadenas libres de anuncios. Y en estos días, en este país, no hay manera de estar -sin irse, ya lo decía- libre de tanta propaganda. ¿No habría manera de suscribirse a una España de pago, al menos estas dos semanas, libre de anuncios? Ya de paso, podían programar un país así durante todo el año, y además menos caro que lo que nos sale el que tiene tanta publicidad. Utopías, quiero decir.
2003-05-16 04:55 Enlace
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Comentarios
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Podría ser peor, Pez. Aquí las campañas duran meses enteros. Claro que son más circenses, pero aun así, la gente, que ya por defecto pasa mucho de votar, suele dedicarse a ver partidos de basket. |
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