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Historias > De Podcasts De Ciencia (Una Soflama O #Flame)
2017-01-15
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1. Que yo saber, no se sé da nada o de casi nada, y nunca lo suficiente. Que yo, al opinar, antepongo a menudo mis filias y más mis fobias, pero al menos lo digo. Que yo decir, digo mucho, porque llevo mucho tiempo hablando y escribiendo como hablo, deslenguado o lenguaraz, lenguaz también por propia carencia y formación. O devoción.
2. Léase lo anterior como disclaimer de esos, porque esta soflama es esperable y no dice nada que no sepan quienes me conocen. Pero es que si no lo digo reviento. Igual es cosa de un domingo saliendo de dos semanas expectorantes, tosientes y dolientes, además con mucha labor pendiente y todo ello confabula para que de lo suelte ahora, con un buen quesito manchego de reserva y un delicioso tempranillo monovarietal que me regaló un buen amigo, pura delicia de la rioja alavesa mientras el horno prepara la comida.
y 3. Si el primer párrafo me exoneraba en la responsabilidad, el segundo era la provocación habitual del blogger: vamos, que no tienen aqui nada nuevo. Si se hubieran saltado los tres primeros párrafos habríamos ahorrado un rato. Pero ahora lo prometo, apuro el vino y me pongo a ello:
Están muy bien estos podcasts de ciencia que ahora hace tanta gente y con tanto entendimiento y con tanta gracia y con tanto predicamento. Pues eso. Que muy bien.
Yo sin embargo me he dado cuenta de que no los aguanto, me estomagan, se me hacen eternos, más bien premiosos y acaban resultando aburridos en su conjunto, qué le voy a hacer. Es cosa mía, sin duda, de ser de otra generación o de no ser de la adecuada. De mi deformación profesional por llevar algo más de 30 años haciendo radio, o será la envidia y la incapacidad de quien debe estar demodé y mayor, caduco. Eso.
No voy a poner ejemplos, porque no quiero hacer crítica a ninguno de ellos. Y no creo que sea tampoco culpa de nadie, me refiero a mi percepción sobre el género. Y los escucho, conste, o lo intento. Me los bajo o los pongo online. Soy un tío de radio, me paso una gran parte de mi tiempo con una radio encendida. Ahora mismo, por ejemplo, tengo la radio puesta y estoy escuchando con media oreja un perfectamente prescindible programa de deportes que, paradójicamente, es de lo mejor que se hace porque parece hecho por, para y sobre seres humanos aunque se suele hablar de fútbol. Pero como es domingo, es lo que nos dejan las cadenas... o sea, casi nada.
Vuelvo a los podcasts. Quizá no me gustan porque me gusta la radio. Pasa como con el "nuevo" periodismo digital este de artículos largos, premiosos, complacientes, egóricos, pajilleros... me aburre. Yo leo mucho, e internet me ha permitido siempre una lectura rápida, saltando de un tema a otro, buscando una referencia, desviándome un poco para allá, descubriendo de repente, si la cosa va bien, que tengo abiertas 20 pestañas en el navegador... Es una conducta errática, la de mi navegación, que practico desde hace mucho. Quien me conoce sabe que soy un tipo rápido buscando por internet una referencia, encontrando el dato. No es algo único y me consta que hay gente que comparte conmigo no solo esta capacidad sino esta adicción.
¿A qué viene todo esto? A que si se habla de que las "nuevas" generaciones vienen ya mediadas por una estética y formulación de los contenidos que tiene que ver más con el videoclip y los videojuegos, existimos aún otra generación que fue tecnoadicta antes en la que fueron otras las claves que nos subyugaron. Para mi, imagino que también para otros, las redes proporcionan la posibilidad de alternar contenidos de forma más dinámica, de profundizar la búsqueda sin soltar el hilo, de crear en cierto modo el curso de la narrativa sin estar sujeto a la tiranía del autor.
Ahí creo que llego al meollo de lo que me pasa, doctor. Que me aburren los que planifican todo mi tiempo. Por ejemplo, los podcasts. Si fueran breves sería estupendo, porque permitirían entrar en un tema, dar dos puntos de vista curiosos, apuntar una referencia, solar un gancho a otro tema lateral y morir pronto. Lo que gente con mi trastorno obsesivo compulsivo necesita precisamente para comenzar una navegación jugosísima mientras en la radio aparece otro tema y limpiamos las pizarras y comenzamos otra clase.
Pero no: empezaron llenando la pizarra de fórmulas y se tiran con ella hora y media. Pues no, me han hundido, yo no tengo tanto tiempo para perderme otros temas interesantes. No me merezco esto, me voy. Por eso vuelvo a la radio antigua, la generalista, la de siempre, en la que sigo encontrándome además gente con grandes lagunas en su conocimiento que me permiten darme cuenta de que además la información que transmiten es falsa o posiblemente lo sea. Pero en 10 minutos estará otro tema y otro colaborador, y eso es soportable. Si la perfección, es decir, si el colaborador o colaboradora, si la dinámica y el tema que tratan es estupendo e interesante, de repente los 10 minutos (o un cuarto de hora, a lo sumo 20 minutos) serán terriblemente productivos, desperatrán mi afán de explorar, me dejarán con ganas de más....
... Pues no, o no mucho. Porque el mundo de los podcasts (pongo en el título "de ciencia" porque reconozco que no siendo oyente de los mismos, lo más que oigo es de gente que conozco, de estos de ciencia y así) va en otras claves.
Que ya sé que el mundo es así, que a la gente le mola bajarse los podcasts y tenerlos en el móvil y escucharlos en su tiempo libre. Yo, lo que pasa, es que para eso ya tenía (y en parte sigo teniendo) la radio de todos los días. Y la hace gente con horizontes más variados, más ligada al día a día, con otros intereses, y más profesionales (y generalmente con voces más audibles y dicción más correcta) que los amigos sapientísimos, con muy buena voluntad y grandes capacidades que montan los podcasts, qué le vamos a hacer.
Así que lo siento, pero no tengo a los podcasts dentro de mis fuentes de información. Llegado el caso, un post de texto con el resumen y los enlaces de lo que se cuentan, reconozcámoslo, resulta miles de veces más útil, y se lee en unos pocos minutos.
¿No os dáis cuenta?
2017-01-15 13:26 Enlace
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Comentarios
1
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De: Ignacio |
Fecha: 2017-01-15 17:05 |
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Hola Javier,
a mi me encantan los podcast, especialmente los de Ciencia, pero coincido contigo que más de 20 con un mismo tema es innecesario, y sobre todo cuando hay una intención poco disimulada de alargarse como si eso aumentará la categoría del podcaster y del podcast.
Saludos!
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2
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De: Ignacio |
Fecha: 2017-01-15 17:05 |
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20 minutos quería decir
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3
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De: Pamplina |
Fecha: 2017-01-15 20:32 |
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Esto que cuentas me parece una completa contradicción.
El siguiente párrafo creo que lo resume bien:
"Ahora mismo, por ejemplo, tengo la radio puesta y estoy escuchando con media oreja un perfectamente prescindible programa de deportes que, paradójicamente, es de lo mejor que se hace porque parece hecho por, para y sobre seres humanos aunque se suele hablar de fútbol. Pero como es domingo, es lo que nos dejan las cadenas... o sea, casi nada."
O sea, escuchas lo que te pongan, lo que "te dejen" las cadenas. No te interesa el deporte, pero como es lo que hay en la radio...
No quieres que "te programen" tu tiempo, y para eso escuchas la radio, que es lo más programado que pueda existir. ¿¿??
Yo prefiero escuchar en cada momento lo que me apetezca. Si un programa es un rollo, me lo salto. Si es muy interesante, vuelvo sobre los capítulos anteriores y los reescucho. Si un tema es complicado, rebobino y salgo de dudas. Todo eso me lo permiten los podcast, pero no la radio.
En los podcast de ciencia hay de todo. Largos y cortos. Hechos por científicos y por aficionados. Básicos y complicados. En español o en inglés. No tienes más que elegir (cosa que no puedes hacer en la radio).
Por cierto, que la radio de ciencia casi ni existe, y los contenidos de ciencia en la radio generalista son para echarse a llorar, con pocas excepciones. Así que ya me dirás qué alternativa tengo.
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De: ElPez |
Fecha: 2017-01-16 12:07 |
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Vale, si el consuelo, Pamplina, es que en los podcasts hay de todo, también hay muchas cadenas en la radio... Pero no iba ahí mi asunto. Yo escucho radio porque me gusta el ruidillo de fondo y me permite leer o escribir de forma ligera (esto es, el nivel de atención de una navegación activa por la www y las redes sociales) y a la vez poder interactuar con el humano que tengo por casa ;)
Los podcasts no me ofrecen lo mismo. Y si nos centramos en los podcasts de ciencia, además, ofrecen unas veces una muy escasa producción sonora ni calidad, obligan a menudo en otros casos a mantener mucha atención durante periodos largos de tiempo para poder acceder a pequeñas dosis de contenido: es decir, ofrecen una densidad de contenido en general -y es malo generalizar- escasa.
La paradoja que planteas, Pamplina, de que no quiero que programen mi tiempo pero escucho la radio, que está completamente programada se explica cuando se entiende que la programación de la radio no funciona como TU (o mi) programación de vida, sino que es un marco externo que tú conoces y estableces de la misma manera que sabes la hora y ajustas al horario ciertas acciones de tu vida. Y no hay más interferencias que las que tu quieras introducir.
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