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Historias > ¿Cuánto Del SETI Es Pseudociencia?
2016-09-01
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Me encanta y me aterra (más lo segundo, quizá) la impunidad de los blogs, la forma en que uno puede soltar algo y dejarlo ahí sin más. Quien ha pasado por esta pecera en los últimos 3 lustros (casi) ya habrá podido comprobarlo, porque yo he practicado más de una vez esa especie de terrorismo tan intrínseco de los espacios personales de información y/u opinión. No es nada nuevo lo de tirar la piedra y esconder la mano. Pero en internet, y con el eco amplificado por las redes sociales.
Por ejemplo, lo mismo ha venido usted por aquí con la curiosidad que genera el título de la entrada. Quizá porque estos días ha leído noticias relacionadas con señales presuntamente artificiales presuntamente extraterrestres presuntamente no humanas en su origen en definitiva, y de hecho se ha encontrado ya con más de una noticia o comentario relacionado con eso: con la posibilidad de que detectemos señales de inteligencias extraterrestres.
Quizá se ha preguntado, como mucha gente, cuánto de estas noticias que hablan de civilizaciones extraterrestres es realmente ciencia y cuánto pura ficción. O cuánta pseudociencia se va colando por aquí. Yo también lo hago, y se que ni soy el primero ni soy el único; desde luego no el más original ni el más certero. De hecho sobre estos temas he hablado mucho (
demasiado siempre) en programas de radio y también he escrito, en este mismo sin ir más lejos. Lo cierto es que no lo sé: me gusta que algo como SETI sea noticia de actualidad, porque son temas que gustan al público y, teniendo en cuenta que vivo de que a la gente le gusten temas en los que hay algo de ciencia donde yo pueda contar historias, me sirven para un buen fin. Es además un campo donde es fácil dar alas a la imaginación y luego decir "pero, claro, esto es pura especulación", que es la forma educada de poder colar fantasía en la divulgación científica sin convertirse en un fabulador (ojo, que los hay). Lo mismo pasa, y no es un fenómeno independiente sino por el contrario muy relacionado, con el asunto de los planetas "habitables", del agua en Marte y demás. Todo lo que de una forma u otra tiene que ver con vida fuera de la Tierra (siendo la vida inteligente y tecnológica capaz de generar señales específicas el extremo alto de la misma senda) nos llama poderosamente la atención y nos empuja a la especulación más o menos salvaje, a la ensoñación más o menos ligada a aquello de la pluralidad de los mundos habitados que hace medio milenio mandó (entre otras poderosas razones) a la hoguera a Giordano Bruno.
Pero a veces conviene pararse y analizar si el dejarnos llevar por esa tendencia a comenzar hablando de un planeta de tipo terrestre (
candidato con los mejores datos de que disponemos) orbitando en torno a Próxima Centauri y acabar hablando de marcianos invasores tiene demasiada poca ciencia en sí y demasiada fabulación con apariencia de ciencia (pseudociencia por lo tanto) y deberíamos -
YO debería hacerlo el primero- refrenarnos. Esta semana pasada, con el asunto de Próxima b, he intentado de veras centrarme en lo apasionante de un proyecto internacional tan molón como
PALE RED DOT, en cómo se consigue medir la tenue influencia de una mierdecilla de planeta en torno a una mierdecilla de estrella colorada y poder obtener datos, plausibles, sobre cómo será ese mundo. He intentado que esto nos enseñara qué grandes son las distancias interestelares, cómo cuando estamos hablando de años luz estamos hablando de una separación que nos aleja definitivamente de un contacto físico (salvo con las micro/nano mariposas-robot propuestas por Hawking y el ricachón Milner para hacer el salto a Próxima). Pero una y otra vez se iba la cosa un poco más allá de la frontera de la ciencia-ficción o de la especulación-basada-en-la-ciencia para pasear por los aldeaños de la pseudociencia.
En otro ejemplo también aireado en las últimas semanas, la estrella de Tabby (por cierto, estoy convencido de que el nombre es peyorativo lo leas por donde lo leas; si no fuera una tía -Tabetah S. Boyajian- quien propuso la historia no se habría hecho esta gracieta con el nombre), es decir, KIC 8462852, esa estrella descubierta por el telescopio Kepler y analizada en uno de los bellos proyectos de ciencia ciudadana y colaborativa que comienzan a marcar la ciencia de este nuevo siglo, que presenta unas emisiones ciertamente anómalas, unas variaciones que permitirían sugerir fenómenos físicos no del todo comprendidos, otros fenómenos ni siquiera conocidos o, también, lo que podría verse si una civilización allá estuviera envolviendo su estrella en una
esfera de Dyson para aprovechar la energía eficientemente y seguir desarrollándose... El eco mediático de la estrella, de la especulación sobre la misma, solo se entiende porque se está hablando de extraterrestres, y porque la ciencia parece ahora traer a la "realidad" (es un decir) uno de los temas más queridos de la ciencia ficción dura (como el mundo anillo y demás). Pero viendo qué tipo de gente está rebotando las noticias y desnoticias sobre este curioso objeto, lo mucho que se especula y el escaso énfasis que se pone a lo que hay de ciencia frente a lo fantasioso, una vez más parece que la pseudociencia se ha adueñado del tema. Ojo, con la colaboración necesaria de divulgadores científicos y periodistas que, con la mejor intención, popuarizan algo que, en el fondo, tiene demasiado poco de ciencia frente a lo que supone más bien una patada a la misma.
Y eso que ni siquiera tengo en cuenta el uso torticero de los habituales mercachifles y vendedores de misterios que tienen en estos temas algo a lo que normalmente no acceden (la ciencia). Es con estas historias con las que se frotan las manos los guionistas de los milenios y demás programas noctívagos del misterio y el engaño.
Por si fuera poco, que no lo es, se suma en esta semana de final de agosto y comienzo de septiembre el asunto de la señal captada por el radiotelescopio de Zelenchuskaya, el RATAN-600 y la sorprendente emisión captada en abril de 2015 (pero nunca vuelta a observar) desde una zona del cielo en la constelación de Hércules donde está una estrella, HD 164595, a la que se le conoce ya un exoplaneta. A pesar del eco, de las razonables sospechas de que una sola señal detectada una vez no supone más que un suceso anómalo, el que no se pudiera adjudicar un origen de los muchos que podrían generar una señal similar dejaba, claro, abierta la historia a que realmente estemos ante una genuina señal de las que se busca con SETI. Es cierto que la propia academia rusa de ciencias ha tenido que salir al paso para explicar que probablemente la señal es terrestre en su origen, aunque no hayan sabido decir qué (es bastante difícil, en cualquier caso). Pero qué más da, porque la especulación está servida. Ahora anda la gente rescatando aquella señal WOW de 1977, la que marcó la narrativa del SETI en los años 80 en que se comenzó a popularizar gracias a la cooperación necesaria de los divulgadores científicos (y de los científicos divulgadores, en concreto de Carl Sagan y del Planetary Institute, como cabecillas). Hace unos meses, un estudio nuevo sobre un posible origen cometario de la señal WOW volvió a alcanzar con cierto impacto a los medios de comunicación, mostrando cómo en cuanto tocas algo de SETI, las redes lo ponen de moda.
A lo largo de estas próximas semanas (me atrevo a hacer una predicción) aparecerá alguna nueva cosa, tengo para mi que desde Arecibo, desde el SETI Institute u otros sitios, estarán ya poniendo a punto algún nuevo anuncio que aprovechando el tirón veraniego les permita seguir metiendo lo suyo en la agenda de los temas chachis de la ciencia pop. O alguna otra noticia no demasiado relacionada pero de las que estiras y ahí está la cosa: un planeta de tipo terrestre o en la zona de habitabilidad de alguna estrella; un nuevo hallazgo relacionado con el agua en Marte; algo de Europa u otros sitio... esas cosas que rápidamente te permiten ir estirando y sacar a los alienígenas por algún lado. O el mismo Hawking, que hace tiempo que no dice nada (Hawking es un valor fijo para popularizar estos temas o ya puestos cualquier otro tema).
En fin, iba a ser esta una breve reflexión al hilo de algunas noticias de las últimas semanas pero como suele pasar me he largado un sermón más bien farragoso. Pero como respuesta a la pregunta que me hacía (retórica, la pregunta) de cuánto es pseudociencia en lo de la búsqueda de inteligencias extraterrestres, haré algo que no es habitual en los artículos que comienzan con una pregunta, es decir, contestarlo: mucho, me temo que mucho, y también que en parte es culpa mía. Así que perdón, intentaré corregirme. Pero ahora no porque me llaman de Radio Euskadi para hablar de SETI. Otro día profundizaremos más sobre las razones y las posibles soluciones, que esto solo es un blog y no el Congreso de los Diputajaajajaaajjaaajajajaaaaaajajaaa (huy, perdón, la hora de la medicación).
2016-09-01 12:06 Enlace
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Comentarios
1
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Una reflexión muy interesante, caballero, pero mucho me temo que la cosa tiene mala solución.
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De: ElPez |
Fecha: 2016-09-01 15:50 |
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No la tiene. Como no la tiene la programación de televisión (por poner un ejemplo diferente donde solamente con un poco de educación crítica y en general buena educación se tendrían soluciones).
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3
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De: rvr |
Fecha: 2016-09-01 17:36 |
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Hola ElPez. Pero entonces, ¿hay que entrar al trapo y hablar del tema para hacer divulgación o ignorarlo y no contribuir a alimentar la serpiente?
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4
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De: ElPez |
Fecha: 2016-09-03 12:23 |
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Mi opción es hablar del asunto, intentar poner el énfasis en la ciencia, en la controversia que exista sobre lo especulativo, recalcar siempre lo que es conjetura, lo que es tentativo... y lo que es ficción. Y presentar críticamente el fenómeno mediático/viral.
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De: osito |
Fecha: 2016-09-07 18:16 |
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Hola, ¿cómo veis los escépticos que seáis conocidos popularmente y en Internet como " CIENCINAZIS " o " ZIENZINAZIS "...?....
Gracias.
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Yo lo veo como un ejemplo de la Ley de Godwin y como la pataleta de quienes quieren seguir comiendo a costa de la credulidad ajena.
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De: Félix Ares De Blas |
Fecha: 2016-09-09 10:56 |
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Muy interesante tu comentario. Para mi columna del pasado miércoles en el Diario Vasco estuve pensando en hablar de la supuesta y falsa señal extraterrestre, haciendo énfasis en cómo saber si una señal es inteligente o no (lo que me parece terriblemente difícil), pero al final desistí. Siempre he defendido que lo del SETI es interesante porque tanta búsqueda de señales extrañas nos llevará a encontrar nuevos fenómenos físicos NATURALES. NATURALES no de extraterrestres.
Un abrazo
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