artículos, escritos y demás piezas perfectamente obviables perpetradas por Javier Armentia (@javierarmentia por algunas redes)
Mastodon
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.
Para contactar con el autor:
Archivos
desde el 24 de enero de 2002
< | Febrero 2025 | |||||
Lu | Ma | Mi | Ju | Vi | Sa | Do |
---|---|---|---|---|---|---|
1 | 2 | |||||
3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 |
10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 |
17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 |
24 | 25 | 26 | 27 | 28 | ||
Publicado el lunes 6 de abril de 2015 en MILENIO, Diario de Noticias
http://www.noticiasdenavarra.com/opinion/columnistas/milenio
No tiene sentido poner en una balanza la cantidad de muertos, lo absurdo de la excusa empleada para conseguirlos o causarlos, lo lejos que queda de nuestro día a día, lo parecidos que sean los muertos a nosotros o cualquier otra posible variable. No tiene nada que ver que unas muertes se celebren con fiestas grandes, otras en la intimidad de las familias, que muchas queden olvidadas o desconocidas. Tampoco cambia la situación que el agente causante de las muertes fuera un humano pilotando el vehículo que fuera la ira divina o cualquier catástrofe de la naturaleza o simplemente que un día llegó el fin a una vida. No tiene nada que ver porque es algo único; y la persona muerta podrá ser recordada o llorada, podrá espeluznarnos la situación que lo provocó o la impunidad, hasta gritar. Pero no posible proporción: si fue un gen o una hipoteca, si la dieta o la tormenta ayudaron, el error, la casualidad, o la mala suerte.
Puede uno intentar consolarse, entender el momento o trascenderlo con la fantasía que uno encuentre suficiente. Morirse será una mierda y no habrá proporción ni habrá equilibrio entre nada que osemos contraponer. Si no hubieran pensado en todo eso tantas grandes personas antes, para solventar el sentido o el absurdo de cada muerte, podríamos pensar que estábamos desasistidos o que no habría proporción posible entre el conocimiento humano y la ignorancia. Pero no es así: aunque no podamos asumirlo nunca, tenemos un comienzo y tenemos un final, y cuando a uno le toca una muerte cercana, llorará y también recordará con amor al difunto. Estos días me ha tocado vivir la muerte con la familia, los amigos, las fotos y cada objeto que me recordaba a mi padre. Pero contarlo así es simplemente una obscenidad, desde luego una desproporción, y sin embargo parece que cada muerte es todas las muertes.
2015-04-06 13:28 Enlace
Referencias (TrackBacks)
URL de trackback de esta historia http://javarm.blogalia.com//trackbacks/75507