Inicio >
Historias > Operación...
2003-04-25
)
Miércoles 8:30
Ingreso en el hospital Tx: un poco de papeleo, una vez más imprimen dos páginas de etiquetas con mi nombre y datos de la historia, que irán utilizando a lo largo de todo el proceso para clasificar todo lo que saquen o hagan conmigo, es la constatación de una burocracia posiblemente necesaria, sin duda no ayuda mucho al paciente. Paso de hacer analogías más o menos kafkianas sobre el asunto. No estoy siendo sometido a un Proceso del que no haya sido informado, que no haya consentido, pero qué leches... uno no puede dejar de mirar mi carpeta y cómo ha ido engordando a lo largo del proceso preoperatorio. Soy una historia, ahora más palpablemente que nunca.
Paso a la zona de ingresos, me desnudo, me rasuran, me ducho, me pongo una de esas batillas como del revés, que te dejan el culo al aire. Tiene cierta gracia, mi figura, pienso al mirarme en el espejo del cuarto de baño. Nunca he sido persona pudorosa, afortunadamente, hasta tengo un toque exhibicionista... pero pienso en otros pacientes para los que estos trámites se convierten en una nadificación, por llamarlo de algún modo: soy ahora objeto médico, hospitalario, parte del decorado necesario para que todo se oficie como ha de ser. En la camilla, me colocan en la muñeca izquierda una vía: por ahí me van a ir metiendo dentro de nada de todo: una solución glucosada que tampoco me sacia el hambre (llevo desde ayer a las 21:30 sin comer nada), el anitbiótico, luego los analgésicos, los calmantes.
Miércoles 10:00
Me llevan ya a la segunda planta, y me quedo esperando, montado en mi camilla, a que todo esté listo para la operación, en una sala que debe ser casi contigua a esta. Oigo conversaciones del personal, comentarios sobre la semana santa, el puente próximo, algunas risas. Mientras tanto voy haciendo un recorrido geográfico de la sala desde mi posición en la cama, intentando cartografiar también el miedo, las sensaciones que se van acumulando. Me toco la barriga, ahora lisa y sin pelo, dentro de nada tendrá unos cuantos orificios. Pasa mi cirujano, comentamos los últimos momentos, la cosa familiar, un poco de nada. Él vuelve a tranquilizarme y me dice que nada, ya está todo, como quien dice, listo. Que tienen un quirófano al lado por si me tienen que llevar, en el caso de que con la laparoscopia no sea necesario. Se supone que saberlo me debería reconfortar un poco, pero me pasa justo lo contrario. Unos días antes había dado mi consentimiento (informado) a la posibilidad de transfundirme sangre. No siendo testigo de jehová, firmo contento. Hoy quizá podría ser el día... qué cosas.
La anestesista llega, me hace algunas preguntas que ya contesté sobre alergias conocidas, cómo me siento. Contesto un poco de forma automática, con monosílabos, logro sonreir un poco y reconocer que, como diría
Horacio 2, estoy dos puntos por encima de acojonado y medio punto por debajo de pánico insoslayable. Me ponen un calmante y ... bueno, poco más. Recuerdo que me cambian de mi cama a la que será la de operaciones, pero no sé nada más: no llego a reconocer en ningún momento que he estado en un quirófano.
Porque la siguiente percepción que tengo es la de otra sala, la misma cama, un cierto e impreciso dolor en mi abdomen. Ha pasado todo, estoy en un duermevela: van pasando personas, me hablan, contesto, me duermo. Me despierto, hablo, me duermo. Posteriormente, voy rescatando información de esos momentos: todo fue bien, muchas piedras, no me han guardado la vesícula ni las piedras (realmente mejor, qué iba a hacer yo con un botecito con piedras por casa... ¿inaugurar una colección de restos míos? Ya perdí la oportunidad de iniciarla con trozos de mi ligamento cruzado, el santo prepucio o vete a saber qué mas, la primera polución, un moco de algún día de amores tórridos, unas latas de cagarrutas de artista como las de
Manzoni... definitivamente, prefiero evitar que en el futuro existan reliquias de un posible beato con mi nombre).
Miércoles 17:30
Tras varias horas ahí esperando, en ese duermevela morfínico, consigo habitación. Ya estoy hospitalizado de forma convencional. Mi compañero de habitación es como una imagen de un futuro posible que no había considerado: colecistectomizado hace unos años, ahora tiene piedras en el colédoco. Es una cantera viviente. ¿Me podría pasar lo mismo? ¿Cómo consiguen estos emparejamientos en los hospitales? Ahora comienza más desfile de familia, amigos, el teléfono... Yo sigo durmiéndome, el calmante por la vía me mantiene bastante aparte de la realidad de mi abdomen con tres agujeros tapados por grapas. Soy un poco un objeto de escritorio, del escritorio de un hipermaníaco que se ha dedicado a gastar grapas aquí y allá. Algo así.
Jueves 10:30
Ha pasado la noche, un poco incómoda pero casi más por extrañar la cama, por la situación extraña que siento dentro de mí, como si me hubieran movido un poco todo. No siento, claro, la ausencia... ¿hay una percepción posible de que uno tiene una vesícula biliar y luego no? Obviamente no, puede que haya algún dato propioceptivo, pero no logro separarlo como una percepción por ningún lado. De sentir ausencia por mi vesícula, será una pose puramente intelectual. Adiós vesícula.
Y adiós hospital. No van a dejarme ni un solo día encamado en el hospital Tx, he ido llevando el proceso postoperatorio de forma correcta: sin náuseas o vómitos, he ido orinando, las deposiciones... todo bien. Uno aprende en estos momentos hasta a sentir una cierta recompensa positiva por poder mear: ¡qué bien lo haces, Javier! No sé si dan un premio al mejor postoperatorio, o te incluyen en la lista de buenos operados de la semana, acaso un pequeño certificado que diga lo bien que me he portado... Nada, pero lo cierto es que me van informando de lo que será la convalecencia, extrahospitalaria, claro. Y me voy. Hacemos risas con la enfermera: me ha recomendado que haga reposo reposo reposo, que no levante pesos ni haga esfuerzos. Yo, que casi no me puedo incorporar sólo de la cama, le comento: "o sea que las tres horas diarias de gimnasio, los abdominales... ¿nada?"
"Nada. En absoluto", me contesta. Le pido que me lo de por escrito, me encantaría poder tener constancia de que no puedo hacer deporte por prescripción facultativa. En fin, pequeñas venganzas personales que uno siempre aprovecharía a cumplir, incluso en trances como estos.
Y cosas de esas.
2003-04-25 18:08 Enlace
Referencias (TrackBacks)
URL de trackback de esta historia http://javarm.blogalia.com//trackbacks/7467
Comentarios
1
|
De: JJ |
Fecha: 2003-04-25 18:17 |
|
Hala, a recuperarse!
|
2
|
De: Vendell |
Fecha: 2003-04-25 18:22 |
|
Una lástima lo de las reliquas. Podía decorar las paredes de su habitación con microfotografías de esas piedras como si fueran paisajes extraterrestres.
|
3
|
De: fernand0 |
Fecha: 2003-04-25 18:30 |
|
Ánimo ;)
|
4
|
De: El Peatón |
Fecha: 2003-04-25 18:46 |
|
¡No deje que le extirpen las aletas, amigo pez! Que la convalecencia le sea leve.
|
5
|
De: Akin |
Fecha: 2003-04-25 18:59 |
|
Bueno, has tenido suerte, mi postoperatorio fue bastante mas traumático, de hecho, el 'despertar' fue absolutamente angustioso, recuperé la consciencia antes de que mis terminaciones nerviosas dijesen "estoy aquí" así que no tenía sensación alguna, era una consciencia en un limbo. En esos momentos me salvó el "pienso luego existo", en ese momento en que no tenía percepción alguna cobraba todo el sentido que puede tener.
Justo después de eso, el pánico absoluto, voces que comentan que parece que me despierto, y como comprobación el médico (un gilipollas sin duda) me tapa la nariz. Como no percibo nada excepto que me falta el aire sé que voy a morir, me han tapado la nariz y no puedo hacer nada para evitarlo. Sin embargo aunque los nervios perceptores no parecen activos los motores si lo están, y una mano que no siento se me mueve y aparta al asesino tapanarices. Con ese movimiento parece que las sensaciones vuelven y a partir de ahí todo va ya mas normal. Mucho sueño, desorientación, algo de fiebre y dolor de cabeza, nauseas y vómitos...
Fue una operación de varias horas, en el oído mas interno, al lado del cerebelo (que había resultado tocado por la infección), con consecuencias físicas que se mantienen (perdí agudeza auditiva del oído izquierdo, y hay quien dice que me volví mucho mas estúpido, aunque hay otros que defienden que ya lo era).
No deseo para nadie que tenga que pasar por un quirófano.
|
6
|
De: Martin Pawley |
Fecha: 2003-04-25 19:20 |
|
May the Force be with you!
|
7
|
De: Epaminondas Pantulis |
Fecha: 2003-04-25 19:25 |
|
Recientemente han operado a mi padre de una hernia inguinal, y la historia que cuentas me parece que es bastante similar a la que él pasó. Bueno, dudo que el Hospital Tx esté tan desvencijado como el Sanatorio Marítimo de Torremolinos, pero bueno.
Y lo de los emparejamientos, creo que no es casualidad: mi padre también estuvo con otro herniado compartiendo habitación. Supongo que agruparán a los enfermos por médico o especialidad, de forma que no será raro que coincida gente con dolencias parecidas.
A mejorarse.
|
8
|
De: El forastero |
Fecha: 2003-04-26 00:43 |
|
Y justo ahora están operando a mi ordenador portatil... Espero que le vaya igual de bien.
|
9
|
De: Vendell |
Fecha: 2003-04-26 04:41 |
|
Bueno, pero ¿rezó o no rezó? ¿A quién dirigió sus plegarias? ¿A San Marcos quizá, patrón del día, de Noia y de Australia? ¿A Santa Teresa? ¿A San Bonifacio?
|
10
|
De: Vendell |
Fecha: 2003-04-26 04:41 |
|
Bueno, pero ¿rezó o no rezó? ¿A quién dirigió sus plegarias? ¿A San Marcos quizá, patrón del día, de Noia y de Australia? ¿A Santa Teresa? ¿A San Bonifacio?
|
11
|
De: lgs |
Fecha: 2003-04-26 06:06 |
|
De eso estamos hechos.
Aunque, siendo un pez y por tanto más bien cartilaginoso, las piedras debieran haber sido también de cartílago, ¿no?
Mejórese y cuidado con esas flexiones y ese gimnasio.
|
12
|
De: Ctugha |
Fecha: 2003-04-26 07:41 |
|
Yo siempre he dicho que el deporte no es sano...
Epaminondas: ¿Hay algo parecido a un hospital en Torremolinos? Miedo me da...
|
13
|
De: Postoperatorio |
Fecha: 2003-04-26 22:55 |
|
Ya me estaban tardando las inevitables e inobviables (nunca inolvidables) ESCENAS DE CAMA.
Abandone pronto el catre, Pez, que esas cosas empiezan así pero nunca sabemos cómo terminan.
¿Nos pondrá algún día la foto de la adorable señora que le dió tan sabios consejos?
A mejorarse amigo.
|
14
|
De: glenys |
Fecha: 2003-04-27 04:43 |
|
Te deseo una pronta recuperación, pez, gracias por compartir tu experiencia con nosotros.
|
15
|
De: flexarorion |
Fecha: 2003-04-27 16:31 |
|
Acabo de enterarme: que todo vaya bien.
¿Qué os pasa por ahí? Primero operan a la nívea agua criatalizada y ahora a tí.
|
16
|
De: Julius |
Fecha: 2003-04-30 04:28 |
|
Joder, Pez, con lo aprensivo que soy. Que me mareoooooooo... /-S
Venga, a cuidarse.
|
17
|
De: Luis Alfonso |
Fecha: 2003-04-30 09:01 |
|
Cuídate, tío!
Un abrazo,
|
18
|
De: Polinesio |
Fecha: 2003-04-30 09:31 |
|
Jojo, me ha encantado el final, yo también quiero una prohibición del deporte, mejor una disposición general en el BOE y listos.
Es curioso, esta misma noche te he escuchado por Radio 5 y parecías muy sano, jeje. Bueno, a cuidarse mucho. Por cierto, ¿ya podías escribir el diario puntualmente o lo hiciste todo al final en casita?
|
19
|
De: yuseth |
Fecha: 2005-05-15 04:06 |
|
bueno solo quiero que me envie mas informacion sobre esta operacion las consecuencias que puedad tener
|
20
|
De: ximena |
Fecha: 2007-12-11 01:53 |
|
me senti muy identificada con tu comentario tenia mucho miedo recuerdo, ahora me sonrio
|
21
|
De: ximena |
Fecha: 2007-12-11 01:53 |
|
me senti muy identificada con tu comentario tenia mucho miedo recuerdo, ahora me sonrio
|
portada | subir