artículos, escritos y demás piezas perfectamente obviables perpetradas por Javier Armentia (@javierarmentia por algunas redes)
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Publicado en DIARIO DE NOTICIAS (MILENIO) el lunes 16 de septiembre de 2013
http://www.noticiasdenavarra.com/opinion/columnistas/milenio
Alternativo
Llevo tanto tiempo pidiendo más ciencia como solución a tanta desdicha de nuestro mundo que ya no solamente me miran con desprecio los tradicionales enemigos de la razón. Estaban también los vendedores de misterios, que al fin y al cabo solo creaban dudas contra la ciencia con la intención de colocarnos sus libros, documentales y programas nocturnos de esos en los que uno no para de sorprenderse cómo ignorándolo todo siempre la verdad que está ahí fuera. También me di cuenta que mi pasión casaba mal con un tipo de gente de buen rollo, desencantada del sistema, escéptica de las explicaciones mágicas pero también de las tecnocientíficas, que pasaban de la razonable crítica a quienes habían provocado Bhopal o Chernobil y al estado de lucro constante que es el motor del mundo (a costa de lo que sea) a la histeria de pensar que toda la farmacopea o la química es veneno, todas las ondas cancerígenas, todas las tecnologías alimentarias un sistema de control social (envenenados y encadenados). Y a la vez se compraban el último bodrio de autoayuda o un curso neurolingüístico para ociosos.
Lo malo es que me quedo sin argumentos cuando al echar un vistazo a las cosas que nos venden con el aval de la ciencia, encuentro tan a menudo un uso torticero de la reglamentación, para vendernos complementos dietéticos como maravillas sin las que no podremos sobrevivir(*). Con la completa inacción de las autoridades sanitarias o alimentarias. Cuando los organismos públicos que deberían velar por un asesoramiento basado en las pruebas, evaluando los conocimientos y valorando las incertidumbres, con los necesarios principios de precaución, se convierten en valedores de los inversores y al rico pelotazo tecnológico sin más. Cuando las universidades montan simplemente para ajustar sus balances cursos de promoción de prácticas sin aval científico alguno. (**) Así que me voy a dedicar a ser más alternativo, aunque me temo que a lo más acabaré convertido en una estrofa de La mala reputación.
Notas:
La publicación de esta columna coincide con la celebración en el Campus de la Comunicación de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona del CAMPUS GUTENBERG, donde he participado en una mesa redonda sobre las pseudociencias, y en la que mi contribución seguía más o menos esta idea de la necesidad de ser críticos no solamente con lo que se nos vende como pseudocientífico por charlatanes, chalados o iluminados varios, sino -y especialmente visto lo que nos toca vivir- por lo que con la excusa de la ciencia pretende simplemente lo mismo: sacarnos los cuartos de una u otra manera.
(*) Síganse las entradas impresionantes y acusadoras, llenas de pruebas y explicaciones, que Jose Manuel López Nicolás está haciendo en SCIENTIA sobre el engaño de los complementos alimentarios contra el envejecimiento, la salud cardiovscular y tantas otras cosas... http://scientiablog.com/
(**) La denuncia de estas universidades vendidas a las pseudociencias, así como otras instancias públicas que tal hacen, en LA LISTA DE LA VERGÜENZA de Fernando Frías. http://www.listadelaverguenza.es/
2013-09-16 15:23 Enlace
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Muy buena fuente de información, saludos. |