La noticia andaba por las redes y los medios: en la City de Londres, un tipo aparca su lujoso Jaguar (esto es pleonásmico: si es Jaguar, es lujoso...) y al cabo de un rato ve que tiene unos bollos, no mucho (vamos, que no es que el coche hubiera aparecido fundido, si hubiera sido un modelo baratito, quién sabe) y le explican que es la luz solar concentrada por los vitrales del rascacielos en construcción cercano, el llamado The Walkie-Talkie (20 Fenchurch St) precisamente por esa fachada curvada. En ciertos momentos del día, por lo que se ve, concentra la luz solar y la lanza contra la acera de la calle Estcheap.
(A todo eso, el arquitecto del rascacielos es Rafael Viñoly, uruguayo-estadounidense, autor del Tokyo International Forum, y participante en uno de los proyectos del WTC de Nueva York)
La cosa suena llamativa, como no puede ser menos. En BBC News han estado prestos a hablar con el IoP (Institute of Physics) donde les han explicado que si, que podría haber pasado algo así, que no es la primera vez y que, en efecto, se puede corregir como se ha hecho en otras ocasiones. Aparece además una foto con el "solazo" de esa calle, de Robert Sidersef.
La otra ocasión más conocida, relativamente reciente además, sucedió en 2005 con el Auditorio Walt Disney de Los Ángeles (Walt Disney Concert Hall), de Frank Gehry, vestido inicialmente en acero inoxidable bien reflectante, que presentaba una superficie cercana a una parábola, provocando deslumbramientos en zonas aledañas, y más de un sobrecalentamiento. En la entrada de la wiki en inglés se hace mención al caso, y aquí un artículo sobre el estudio teórico y con mediciones sobre el terreno, que se realizó para comprobar y corregir el problema: cosa de poner mates unas cuantas superficies y alterarlas un poco de su parabólica forma inicial)
Pero, claro, más que rascacielos concentradores de luz solar, o auditorios, a uno esto le retrotrae veintidos siglos al menos, a la historia de los espejos ustorios que Galeno o Luciano de Samosata contaron que sirvió para la defensa de la ciudad de Siracusa durante su sitio en el 213 aE, creados por el genial Arquímedes. Con ellos, se decía, se concentraba la luz solar y se podía quemar a distancia una nave. La historia, que podría ser medio real medio imaginaria, la cuenta bastante bien también la wikipedia (El rayo de calor de Arquímedes, ¿mito o realidad?).
Evidentemente, la capacidad calorífica de los rayos solares concentrados no es un mito, y qué triste infancia quien no haya comprobado cómo con una lupa puede quemarse un papel (hubo una época en la que jugábamos a escribir pequeños mensajes con la quemadura de papel). Los heliógrafos (o heliofanógrafos) son siempre preciosos, con sus bolas de vidrio. Y el poder de un espejo cóncavo, tampoco es nada nuevo. La energía solar por concentración, una de las alternativas de las que se hablaba más antes de la crisis y antes del fracking, usa precisamente eso, como las centrales de Sanlucar la Mayor de Abengoa. (Recuerdo que la primera vez que vi la de Tabernas, en Almería, hace veintitantos años, qué impresionante era... en el googlemaps se puede ver la sevillana).
Por cierto, que tirando del hilo he visto que estas centrales también han sido acusadas de freir pollos... quiero decir, que en ciertas condiciones podrían ser capaces de calentar las plumas de un pájaro a más de 150 grados y provocar que el pájaro acabe cayendo al suelo. Algunas alegaciones al proyecto de una central en Hidden Hills (California, EEUU) venían del miedo a que esos "rayos de la muerte" pudieran causar problemas en las águilas, una especie protegida (enlace).
Y de estas cosas nos hemos puesto a hablar en ESTO ME SUENA, aquí queden enlaces y más datos de los comentados a título de inventario. Les dejo conj un "rayo de la muerte con el poder de 5.800 soles" realizado por Eric Jacqmain, y que denominó R5800. Todo un currazo para el proyecto de ciencias del instituto...