Donde esta el non sequitur. La irracionalidad gana terreno, en las universidades, en los medios, en pueblo que la acepta y la demanda. Ser escéptico no trae beneficio, da más problemas que satisfacción. Así lo percibo al menos. Repetir el farol del millon a ver si pica algún Paco Porras ¿es lo mejor que tienen?.
Precisamente, hablando de Luces Rojas, veamos en el cine de masas, ¿qué imagen se trasmite de los escépticos? ¿Da una visión correcta del mundillo seudocientífico? revisten detenidamente la película.
Se ha vendido como una película de dos investigadores que van desmontando fraudes paranormales. Eso son los primeros minutos, lo que dura la secuencia introductoria.
Luego vemos que estos investigadores trabajan en una Universidad, se pretende colar por una extranjera, pero evidentemente es española, ya que se dedica a estudiar "científicamente" fenómenos paranormales, y tienen clases dedicadas a parapsicología. El departamento de la Sigourney Weaver es totalmente marginal, ella es la "rarita" por desenmascarar el pleonasmo fraudes-paranormales, por promover la razón y el escepticismo es la rara avis, una marginada en una facultad repleta de imitadores de Jimenez del Oso. Eso en países con universidades de prestigio no sucede, más creible es que sea el futuro cercano de nuestro sistema educativo.
El personaje de Sigourney Weaver es una persona gris y amargada, que dejó de creer en dios por una tragedia personal, y desde entonces desmonta fraudes paranormales por pura revancha. Pero ella ¡quiere creer! porque algo tiene que haber ¿o no?. Y cuando se enfrenta cara a cara con Robert de Niro, este la deja en ridículo con un truco de mentalista barato, y desde entonces le evita y le teme, pues no puede demostrar que es un fraude, pero sin tener pruebas, insiste en que lo es, porque sí, porque tiene la mente así de cerrada. Menuda sarta de topicazos.
Hablando de premios del millón, el director se dedica a plagiar, como mucho, un par de documentales sobre la carrera de James Randi, un gran trabajo de documentación sí señor.
Por ejemplo, el personaje que representa Robert de Niro, no puede ser más evidente: Uri Geller. El Predicador con audífono ese, es Peter Popoff. Ambos personajes fueron desenmascarados por Randi. En ese punto la película empezó a aburrirme, ya sabía que venía despues, lo había visto en el documental. Hay una diferencia, y es que el predicador de la vida real sigue siendo rico y famoso, el de la película, sería spoiler decir como acaba, pero casí que justifica la imagen de maldad de los escépticos.
Tampoco se puede continuar con el resto de la trama sin hacer spoiler, pero claro, al final ¿quién tiene razón? los Iker o los Randi eh?
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