En efecto, Fernando, los contratos indefinidos no son nada del otro jueves. Y ya verán los funcionarios como acaban viendo también algo así. Es una cuestión de que sea más barato despedir. Si eso va a fomentar alguna vez empleo, tendrá que bajar del cielo un economista angelical y llevarse dos o tres premios Nobel antes de que podamos comprobarlo. Claro que igual antes las ranas crían pelo.
O, lo mismo, gentuza como el tal Anónimo da la cara. Es decir, nunca. El hilo anterior se cerró porque no se aportaba nada: el día que un sanergista demuestre que lo suyo cura de verdad por lo que dice, o el día en que uno de sus abogados venga y se me querelle, lo hablamos de nuevo. No le veo mucho más camino al tema. ¿Censura? Qué va, Anónimo: tienen su puta casa de ustedes para hablar maravillas de lo que quieran y pestes de lo que deseen, que son muy libres de ello. Se hace usted (o su puta madre, ya puestos, si la tiene) una cuenta en cualquier sitio de esos que permiten crear un blog en dos patadas y comienza a decir sus opiniones tan fundamentadas (si las tiene, claro) y hasta podrá hablar de estrellitas y planetitas y del coño de la Bernarda, que para eso será su casa. Y el día en que llegue un Anónimo (o su puta madre -de él- -si la tiene-) y le diga lo que tiene que pensar, le cuenta que usted hacía lo mismo. Y, fíjense, igual descubre su amor y así deja de dar el coñazo, de ser anónimo y sale del armario, se suelta la melena o acaba actuando en Eurovisión o asistiendo a una reunión del Club Bildelberg. En cualquier caso, de todos los escenarios posibles de su futuro, que le vaya bonito. Y no, no tiene que contarme nada. No hay de qué.
¿DE qué hablábamos? Ah, si, es verdad, de alimentar a los troles. Bueno, hoy era domingo de fiesta de guardad, y jugamos a que la política de la casa está hoy un poco de descanso. Así que aprovecho y al tal Alessandro le ruego que deje de dejar sus deposiciones por aquí, que no nos interesa en absoluto su matraca mascanosista catolimierdecista de nada. Que aburre, que si quiere, también, se puede liar con el Anónimo o montar un blog, o las dos cosas, que de verdad es un verdadero coñazo y que si quiere hacer algo util, que se apunte a HazteOir y así se gana un cachito de cielo. Mi opción es que se haga una cuenta en OpenMyAssDotCom que lo mismo encuentra otros alicientes a la vida. Y se lo deseo con cariño.
Finalmente, dejo para el final a Javi, a Iván, a Yabba, a quienes recuerdo que llevo años, años años años criaturillas, recordando que lo mejor en un blog es no alimentar a los trolls, que no hace falta que nadie responda tampoco a obvias provocaciones, claras estupideces como las que llegan a menudo por aquí, a veces con diferentes nicks por con la misma ip. Que ya se sabe, que nos aburren, pero precisamente por eso la mejor forma de irles apagando el ánimo es dejándoles marchitar sin contestación. Ya llegará de vez en cuando el dueño del chiringuito y quitará tonterías que se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia etcétera.
Y si ahora viene Anónimo (o su puta madre) y dice que tengo un trato diferencial para con unos y para con otros le diré que sí, que tampoco hacía falta que lo dijera porque era claro. Que esto no ha sido nunca nunca nunca un parlamento, y que en cualquier caso, si él quiere ser representativo de una corriente de opinión válida lo menos, lo mínimo, que debemos exigirle es que se identifique. Él o su puta madre (si la tiene). Por si no quedaba claro.
Y, en efecto, para aquellos que templan gaitas y ahora entrarán a decir que insultar me descalifica, o que esto hace que la ciencia pierda partidarios les direé que se lo hagan mirar. Que no es eso, que esto es un blog de opinión personal, que lo dice siempre bien claro. Y punto, que no vengo a hacer amigos ni a sostener banderas más que aquellas que las que quiera sostener, y causas a las que me sume porque las considero oportunas.
No es una guía moral, ni una revista de divuilgación, ni nada de eso. No cobro nada por escribirlo ni se lo hago pagar a los lectores, que siempre vienen aquí de forma completamente voluntaria. Yo no les he llamado, tampoco les voy a echar, simplemente deberían saber que en la historia -reciente- de Internet, todas las posibles estupideces que puedan decir (incluso las ingeniosas ideas) se han dicho ya posiblemente en una situación análoga. Lo más divertido de este exabrupto a modo de comentario que estoy soltando simplemente porque tenía que hacer la declaración de Hacienda y así hacía tiempo mientras me bajaba los papeles es que tampoco estoy diciendo nada nuevo y seguro que hubo un blogger Alfa que dijo algo así hace años en otro sitio. Lo mismo está en una tesis doctoral por otro lado. Me la suda, señoras y señores, no saben cómo me la suda.
Eso sí, seguiré dejando mis escritos, seguiré comentando lo que considere oportuno, agradeceré siempre a los lectores, que indudablemente son más inteligentes que yo y capaces de decir cosas más interesantes de las que yo pobremente he dicho, y atendiendo a aquellos debates que puedan ser provechosos o aleccionadores. Por otro lado, como siempre, cuando tenga tiempo y ganas, barreré la mierda o rasparé un poco algún pegote, acaso pegue una patada o tire a la basura alguna porquería de esas que siempre aparece por casa. Y llámenle censura o autobombo porque, de verdad, a mí lo que me encanta es que tras ocho años y medio de escribir, tras innumerables asedios de imbéciles, trolles y demás, tras no menos innumerables salidas de tono e insultantes declaraciones por mi parte, yo siga aquí con mi pecera.
Y agradezco de corazón a quienes han tenido la paciencia de leerme de vez en cuando y específicamente a quienes han llegado hasta aquí. Ahora, me voy a cerrar la cotización anual al Estado. Y lo hago contento, porque después de ver a hijosdeputa como Anónimo hasta pagar a Hacienda es un deber al
|