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2008-09-28
)

El Efecto Hawking (O No)
2008-09-28

Cortesía de la escasa conectividad aérea de Pamplona, mañana en la T4. Aprovecho para ir leyendo la prensa, acopio de papeles para pasar el rato y ver el eco de lo de Hawking de ayer. Luces y sombras, materia para el comentarista.

UNO.
Columna de Luis Ventoso en la contraportada de su Voz de Galicia, titulada Hawking. En ella muestra la incapacidad del creyente de doblegarse a los hechos. Dice apostar por la ciencia que desvela la falsedad, el truco, la irracionalidad, pero, ay, cuando le tocan a Dios, ahí no vale. Ya saben, Hawking dijo el otro día en Santiago que "la ciencia deja poco espacio para los milagros y para Dios". Realmente Hawking estaba siendo condescendiente con el deán de Santiago, porque sabe que la ciencia no deja nada de espacio para milagros ni para dioses en el sentido en que esos milagros y esos dioses se venden. Por propia definición, lo natural y lo sobrenatural no pueden ser al mismo tiempo. Por más que fastidie. A Ventoso, por lo que se ve, le duele. Y escribe:
Sin embargo algunos enigmas se resiten a la ciencia. ¿Cómo cubicar la pasión amorosa irrefrenable que estalle entre dos personas? ¿Por qué alguna gtente elige la ruta del sacrificio extremo? ¿Dónde radica la conmoción que puede suscitar un concierto complejo de Bach o una canción rústica de Dylan? ¿Quién o qué puede confortarnos ante la extrema soledad de toda persona ante la muerte?

Dios, o algo parecido, continúa solapado en los repliegues de lo insondable.
Y se queda tan pancho. El argumentum ad ignorantiam en estado puro. Y además convertido en argumento teológico, que es ya la repanocha. Pues no, esos enigmas no se resisten a la ciencia, al menos no en el sentido en que él pretende que lo hagan. Por más que los creyentes (¿qué diferencia hay realmente entre creyente y crédulo? ¿Esa pregunta la tiene la religión o la ciencia? perdón, me disperso) quieran hacernos vivir en un mundo incomprensible, lleno de "repliegues de lo insondable", no es más que el deseo de quedarse en la confortable caverna en vez de echarle huevos y mirar qué hay fuera. Los ventosos de antes del nacimiento de la ciencia moderna decían lo mismo al mirar a los cielos y descubrir la perfección de esos movimientos de los astros. Luego llegaron Copérnico, Kepler, Galileo, Newton y ahí donde puso sus reales la ciencia, ya no era cosa de Dios. Lo mismo pasó hace siglo y medio con Darwin y la biología. Y aún sigue la guerra entre quienes quieren seguir colocando en cualquier esquina a un dios que resulta de todo punto innecesario (ya lo había dicho Laplace) y superfluo para explicar el mundo. Freud consiguió algo parecido al arrinconar a los dioses de la propiedad exclusiva de la mente, la conducta, el alma. Y en ello estamos.


DOS.
Por el contrario, dentro del mismo diario La Voz de Galicia, doble página en Sociedad (pp. 36-37) para Hawking (izquierda) y su hija (derecha). El titular "Hawking abrió en Santiago las puertas escondidas del Universo". Ciertísimo. Escondidas, pero no inalcanzables o incomprensibles. Y como dijo el Rector Magnífico de la Universidad de Santiago de Compostela, lo que ha traído Hawking es una magistral lección de vida. Ayer, donde comenté por aquí que había 1.600 personas en el auditorio, debería haber afinado. 1.700 dentro y como 600 fuera mirando una pantalla. Como había pasado el dia anterior.

En otras partes el diario recoge el paseo espacial del taikonauta chino. Ya están ahí, y dicen que se van a la Luna dentro de nada. Y, por otro lado, los premiados con los Prismas de divulgación de la Casa das Ciencias de A Coruña. Me alegro que Pablo Jáuregui, que lleva la ciencia en El Mundo haya tenido un premio: el artículo que montó sobre el LHC merecía la pena. Y como lo había comentado antes de que el jurado (este año con secretario de estado y con director de museo nacional de ciencia incluídos, que no es moco de pavo) lo reconociera, me alegro doblemente. Premio también especial para Miguel Angel Quintanilla, ex-secretario de estado de la cosa. Merecido, sin duda, porque en el periodo en que él ha tenido responsabilidades sobre los temas de comunicación de la ciencia se ha avanzado mucho. Y se consiguió hacer un año de la ciencia (aunque quedara cojo, sordo y casi mudo), y menear el museo nacional de ciencia y tecnología. Los nuevos aires del nuevo ministerio, me temo, van a pasar apisonadora por estos asuntos tan conspicuos de la comunicación de la ciencia, y dejar los esfuerzos -y dineros- más para el tema de vender cosas y comprar cosas (también voluntades). Leo también que el premio de textos inéditos ha vuelto a quedar desierto. La gente no escribe ensayos de divulgación de ciencia. O al menos no los manda a un concurso que lleva tantos años reconociendo y apoyando esta dedicación.

TRES.
Me paso a El Correo Gallego, donde también tienen gran despliegue para el paso del Hawking por Santiago. Y bombazo, en otra doble página. Me quedo con lo que recoge I. Casal en su crónica:
Niños y mayores, amantes de la ciencia y legos en la materia, haciendo cola horas antes, como si se tratase de conseguir entrada para ver una estrella de rock. Unos y otros, 1.700 sentados en las butacas y unos 400 siguiendo el acto a través de una pantalla gigante en el vestíbulo, abarrotaron ayer el Palacio de Congresos de Santiago para ver y escuchar, a través de su sintetizador de voz, a la que es sin duda la figura de la ciencia actual con más proyección pública.
Ya lo comentaba ayer: posiblemente no sólo de la ciencia. La expectación despertada tiene más que ver con actos de eso que se llama cultura de masas. Y no está mal que, de vez en cuando, la ciencia pueda poner sus patitas por ahí.

Lo que sorprende en el mismo periódico viene justo después de las páginas de Hawking... Pero se ha pasado el tiempo, y deberia acercarme hacia la puerta de despegue, que no es cosa de perder el avión. Así que será en otro momento, otra historia. Dentro de poco en su pecera amiga.

2008-09-28 12:51 Enlace

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Comentarios

1
De: Eugenio Manuel Fecha: 2008-09-28 12:57

Muy triste que se siga con el argumento ad ignorantiam en el siglo XXI, escribí una pequeña reseña hace algún tiempo sobre el tema como respuesta a un correo que me mandaron.



2
De: Yabba Fecha: 2008-09-28 15:26

Lo que me parece más triste es que en este caso, por lo que le he leído a Ventoso en el pasado, no creo que estemos ante un fanático religioso o similares. Sencillamente estamos ante la actitud de una persona de letras hacia el campo que cree "contrario". Una actitud muy arraigada en gente teóricamente bastante inteligente.



3
De: ElPez Fecha: 2008-09-28 19:45

Cierto, Yabba. Además le conozco, y conozco que es un buen periodista. De los notables, además. Pero, me temo, con las creencias hemos topado. Me ha extrañado tanto (más cuando la columna iba precisamente desmontando las historias de la criptozoología, Nessie et al) que no he podido dejar de comentarlo.



4
De: Yabba Fecha: 2008-09-28 21:01

Ya te digo, yo lo veo más como un capítulo más de la guerra absurda entre ciencia y humanidades.



5
De: Montealto Fecha: 2008-09-29 23:15

Luis Ventoso es director adjunto de La Voz de Galicia. Es de suponer que algún valor tendrá, pero no comparto los comentarios expresados sobre su valía periodística. Sus columnas, en mi opinión, reflejan altanería, poca ponderación y mucho de 'yolosétodo'. No me sorprende que intente jugar a escritor profundo y después sentencie, una vez más, sobre la ciencia y Dios.



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