artículos, escritos y demás piezas perfectamente obviables perpetradas por Javier Armentia (@javierarmentia por algunas redes)
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2008-07-10
Cuatro Meses (BC019)
2008-07-10
Hoy cumplo. Cuatro mesecillos sin fumar. Y he sobrevivido a las constantes ganas de fumar en los sitios más variados. Sobrevivido, quiero decir, sin fumar a pesar de las ganas. Y de lo fácil que me habría resultado hacerlo. Menos en Panamá y Chicago, al menos dentro de los edificios, porque allí las prohibiciones son exageradas, extremas, absurdas: por ejemplo, en Chicago es ilegal fumar a menos de 5 metros de la puerta de un edificio público. ¿Por qué 5 metros y no 3? ¿Alguna extraña razón epidemiológica sobre la difusión del veneno en la atmósfera que pasará a los prístinos pulmones de los potenciales fumadores pasivos? No: pura arbitrariedad y criminalización. En Panamá, no se podía fumar bajo techado, aunque fuera en un chiringuito abierto. Si había techo, no había manera. En esas circunstancias, me sorprendía e indignaba, solidarizándome como debe ser con los fumadores y acompañándoles donde fuera. Especialmente si con ello conseguía huir un rato de los heladores recintos "acondicionados". Constaté en la reunión internacional de Chicago que los japoneses siguen siendo los más fumadores, seguidos por los alemanes y algunos otros europeos. Los estadounidenses siguen siendo los que peor cara -un claro signo de mala educación por cierto- ponen a los fumadores, aunque estén a más de cinco metros. Da a veces de que podrían ser capaces de un asesinato por defender los derechos de los no fumadores. Asesinatos de fumadores, quiero decir. Tienen un poco de grupos provida con el tema de los abortos: con la excusa de defender la vida de un feto, pueden llegar a matar humanos. (Hay posicionamientos que no han cambiado nada en cuatro meses).
En cualquier caso, los viajes han proporcionado los momentos más difíciles. Porque fumar llena muchos momentos de espera en los desplazamientos, ayuda a pararte en un sitio y mirarlo como hay que mirar los lugares a los que llegas por vez primera, facilita el contacto con otras personas (¿alguien dudaba de que el tabaco era otra droga social?)... Además, las sorpresas, las novedades, entran mejor -estás convencido- con un cigarrillo. Así que ahí estaba, plenamente consciente de lo que echaba de menos prender un cigarrillo. Aunque ahora debería antes buscar tabaco y fuego, que ya no llevo de eso... Cuatro meses.
Pero los viajes acaban, e incluso este que ha sido de más de tres semanas. Al volver ayer a casa, encontré que aún percibo en ella el olor del tabaco, aunque desde hace cuatro meses ya no se ha fumado aquí. Pero son más de trece años de ahumarla con fruición, así que seguro que aguanta mucho tiempo más. Es parte de la casa, historia pegada en las paredes, en los libros, en los objetos de la casa, que sale volando al abrir el armario, o cuando te pones una prenda que hacía mucho que no sacabas, al extraer un libro del anaquel... Cuatro meses.
Cuatro meses es más de lo que pensé, aunque comparado con el resto de la vida (ese infinito que uno percibe cuando no quiere pensar en la realidad) es poquísimo. El ahorro, aunque supera los 600 euros (con el dólar tan bajo me ha dado para mucho), no parece equilibrar del todo la ausencia. Sigo echando de menos el fumar, y esta frase puede parecer melancólica, pero es que es así: esa renuncia es algo constante, e imagino que será algo constante. No fumar exige una conducta mucho más activa, paradójicamente, que fumar. O sea, que cuesta y costará. Qué le vamos a hacer. Al menos no he tenido sueños fumadores en el último mes. Así que cuatro meses.
Joder. Qué cosas.
* Bupropion Chronicles #019
2008-07-10 01:50 Enlace
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Comentarios
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No siempre exigirá ese esfuerzo. Aguanta. Llegará un momento, con el tiempo, en que simplemente no te apetecerá. Lo digo por experiencia ajena, pero cercana. Verás a alguien fumando en una de esas escenas en las que te encendías el cigarrito y te acordarás de que lo disfrutabas; probablemente sabrás que si vuelves a coger uno solo de esos cigarros, volverás a fumar incluso más que antes; pero, simplemente, no te apetecerá. |
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Joder tío qué mal te veo... no parece que vayas a aguantar mucho más. Te lo dice una persona que ha dejado de fumar unas cuantas veces.
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Pues nada tío, lo importante es saber celebrar los logros, y felicitarse por todo lo conseguido. En mi vida he fumado, pero me consta lo difícil que es dejarlo. Así que muchas felicidades!! |
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Mi querido "peixe" esta menda hace 4, pero años, que lo dejó y aún tengo esos sueños fumadores. Se supera,si, se sobrelleva, también, pero sepa que jamás se quitará la sensación de echarlo de menos y de estrañar su delgada figura. Tendrá que vivir con ello "meu rei". XD (besos enormes llenos de ánimo y comprensión). |
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Joer, todo eso que estás pasando lo pasé yo la primera semana y nada más, y eso que fumaba tres paquetes diarios (que se dice pronto).
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No sé por qué a los exfumadores les gusta tanto generalizar, que si siempre lo echarás de menos y tendrás que vivir con ello, que si los sueños son de por vida... A mí (a mí) no me pasa nada de eso desde hace mucho tiempo, ni lo echo de menos, ni sueño con ello (de hecho sólo soñé en una ocasión al poco de dejarlo).
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Una pregunta, Pez, si no es meterme donde no me llaman (si lo es, me lo dices y santas pascuas): ¿por qué dejas de fumar? |
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A mi: Pues sí a tí. Porque a mí, no. |
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Contesto brevemente a Iñaki (#7): dejo de fumar porque quiero hacerlo. Sin más. Desde que comencé a fumar hace veintidos años o así, nunca había querido realmente, y nunca lo intenté. Había que ver si mi decisión era capaz de sobreponerse a la adicción. Y en ello estamos. |
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Ánimo |
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Animo. Si te sirve de algo, deje de fumar durante 4 años y medio y lo mas duro fueron los 3 primeros mese, a partir de ahi, fue cuesta abajo hasta los 6 meses, que fue el momento en el que me di cuenta de que ya no pensaba en fumar.
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Ánimo, Victor :) |
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