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Historias > La Mano del Presidente
2005-11-24
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Publicado en EL CORREO
Territorios, Ciencia-Futuro
Miércoles 23 de noviembre de 2005
Se le comenzó a llamar
la enfermedad del Presidente cuando Ronald Reagan mostraba los síntomas, con su mano contraída que no podía extender completamente. Margaret Tatcher, también, tenía la misma condición, que realmente afecta mucho más a los hombres que a las mujeres (diez veces más), y cuya incidencia se estima en torno al 5% de los hombres de más de cincuenta años (algunos estudios llegan al 15%). Habitualmente se denomina
enfermedad de Dupuytren, recordando al cirujano francés que la describió hace siglo y medio. Ahora, diversos estudios analizan el origen genético mediante el seguimiento de lineas familiares de grupos escandinavos.
Normalmente se da en hombres de edad avanzada, a partir del quinto o sexto decenio de vida. Comienzan a sentir un endurecimiento de la palma de la mano, una sensación que a veces se describe como “tener cuerdas tensadas debajo de la piel”. Esta sensación va aumentando porque la tensión va provocando que los dedos se contraigan. Normalmente los primeros dedos afectados son el meñique y el anular, aunque posteriormente la enfermedad afecta a todos los dedos, interesando también los dedos de los pies y, en algunos casos, al pene. Afortunadamente, aunque se trata de una contractura molesta, no produce dolor.
El problema radica en el tejido que recubre los músculos de la mano, que se retrae y tira de los tendones, impidiendo su extensión. Ese tejido, la
aponeurosis palmar media va adquiriendo una textura fibrosa, bloqueando cada vez más el movimiento de extensión de los dedos. Aproximadamente una tercera parte de los casos sólo afecta a uno de los dedos (normalmente el meñique), otra tercera parte a dos (meñique y anular) y el resto, a más dedos. Sin embargo, la evolución es impredecible. Se ha comprobado que hay factores que inciden en la aparición de la enfermedad, como la diabetes, el alcoholismo, o trastornos convulsivos como la epilepsia. El diagnóstico se suele hacer por palpación de la mano, notándose el cordón fibroso en la palma de la misma. Por otro lado, la evolución de la enfermedad puede tomar años y en muchos casos no provoca una completa contractura de los dedos.
Aunque fue descrita a comienzos del XVII, el nombre de esta enfermedad proliferativa reconoce al Barón de Dupuytren quien en 1831 describió la anatomía de la misma, identificando además la degeneración del tejido de la fascia palmar como responsable de ella. Guillaume de Dupuytren es considerado como uno de los mejores cirujanos de la historia y un gran observador de la anatomía: sus análisis permitieron además comenzar con el tratamiento quirúrgico de la enfermedad. Habitualmente se recomienda a quienes sufren los primeros estadios de la enfermedad realizar ejercicios que mejoran la movilidad. Baños de agua caliente o férulas son también empleados, aunque a veces el diagnóstico recomienda acudir a la cirugía para permitir descontraer los dedos. Los pacientes suelen recuperar, de esa manera, la comodidad y el uso de sus manos, especialmente si se realizan ejercicios de fisioterapia.
Malmö, en Suecia, se convirtió hace unos años en un centro de estudios genéticos. Los investigadores conocían que la enfermedad de Dupuyutren se da más en habitantes de esa región que en otras, apuntando a una posible conexión del origen con los genes. Aunque podrían existir otros factores asociados, como la dieta o las condiciones de vida. Por ello, se comenzaron estudios analizando a los habitantes, y buscando conexiones que permitieran entender por qué más de un 6% de los hombres de más de cincuenta años tenían esa contractura característica. Los trabajos pioneros de Erik Moberg y Nils Carstam en los años sesenta permitieron además comenzar a estudiar soluciones quirúrgicas al problema, al menos para poder restaurar la posición habitual de la mano afectada. La división de Cirugía de la Mano del Hospital de la Universidad de Lundl se creó en 1962, en parte por el empuje de estas investigaciones.
Recientemente, un equipo de investigadores de la Universidad de Manchester, dirigidos por el Dr. Ardeshir Bayat, ha podido analizar genéticamente varias líneas familiares en las que había una alta incidencia de esta enfermedad, localizando dos genes aparentemente responsables del problema. Sin embargo, creen que el origen genético es aún más complejo: como en muchas otras enfermedades, las técnicas de investigación genómica aportan un nuevo conocimiento que sólo hace unos años parecía ciencia-ficción. Sin embargo, el desarrollo de métodos de diagnóstico precoz y, sobre todo, de posibles curas, es un camino mucho más largo y Bayat y sus colaboradores alertan de la responsabilidad al dar estas noticias, que pueden crear falsas esperanzas, y ansiedad en los pacientes. La cura, de existir, todavía requerirá muchos años de trabajo.
Otro equipo, trabajando desde Omaha, Nebraska (EEUU), pudo seguir una línea familiar de cinco generaciones de origen sueco, y el mes pasado confirmaron la activación de un gen que provocaba la enfermedad de Dupuytren, en el cromosoma 16. El mapa de ese gen permitirá entender cuál es el posible mecanismo de degeneración del tejido muscular que la origina.
Enfermedad Y Edad
Este tipo de avances en genómica de algunas enfermedades abre nuevas vías. Sin embargo, los expertos estiman que hay otros factores relacionados con la enfermedad de Dupuytren, no hereditarios. Las diferentes formas que adopta esta degeneración indican que el problema es más complejo, existiendo interacciones que todavía están por estudiar. Por el momento, la cirugía sigue siendo una forma de paliar las molestias. En cualquier caso, siendo cada vez más alta la esperanza de vida, este tipo de enfermedades que aparecen a partir del quinto decenio de vida empiezan empiezan a mostrar una incidencia mayor, y requerirán (como sucede con otras enfermedades más incapacitantes y de mayor incidencia) una mayor investigación.
El Alzheimer, o el Parkinson, diferentes tipos de osteoporosis, diabetes, cáncer o trastornos depresivos son algunas de estas enfermedades cuya prevalencia aumenta con la edad. Muchas de ellas tienen componentes genéticos, algunos de los cuales comienzan a ser identificados e incluso controlados. Los factores ambientales, en cualquier caso, son también importantes, de manera que el tratamiento de estas enfermedades “de la edad” incorpora estrategias muy diversas. En cualquier caso, los expertos creen que los nuevos avances en genómica y las técnicas de clonación podrían permitir recuperar los órganos dañados en ellas: a menudo se trata de enfermedades degneerativas o proliferativas. Una nueva medicina geriátrica comienza a cobrar importancia.
2005-11-24 01:39 Enlace
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Comentarios
1
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De: josemi |
Fecha: 2005-11-24 09:20 |
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Que mal rollo, esto le pasaba a mi abuelo!!!! Nosotros siempre creimos que era por darle mucho al azadon.
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De: jaime capdevila |
Fecha: 2007-03-03 12:24 |
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tengo esta enfermedad,58 años,en manos y pies.desearia ponerme en comtacto con otro enfermo.gracias
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3
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De: jaime capdevila |
Fecha: 2007-03-03 12:31 |
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soy el anterior, mi e-mail es:monolito5@hotmail.com
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4
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De: DANIELA |
Fecha: 2008-02-05 03:34 |
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BUENO DESD HACE COMO DOS MESE ATRAS SE MESES ATRAS SE ME ESTAN DURMIENDO ESEOS DEDOS Y A VCES CUANDO ESCRIBO EN EL TECLADO NO SE ALGO ME IMPIDE SEGUIR ESCRIBIENDO Y SE MEDUERMEN SOLAMENET EL MEÑIQUE Y EL ANULAR,, Y NO SE Q DAÑOS ME PUEDA TRAER.. SOLAMENTE TENGO 16 AÑOS..
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De: sergio moreno |
Fecha: 2012-05-08 02:57 |
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tengo 50 años y la padesco desde los 38 años aprox soy diabetico
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