artículos, escritos y demás piezas perfectamente obviables perpetradas por Javier Armentia (@javierarmentia por algunas redes)
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2005-02-10
Dictámenes De Técnicos Y Expertos
Unos casos de la prensa de hoy:
1. El valenciano
Leo (por ejemplo en Europa Press) que la Acadèmia Valenciana de la Lengua reconoce que la llamada lengua valenciana es el mismo idioma que es llamado catalán, ese idioma que se usa en Cataluña, Valencia, Baleares y Andorra. Aprobaron por unanimidad su dictamen, en el que aportan las suficientes pruebas históricas y filológicas para soportar su afirmación. Lo que proponen los académicos es que, por aquello de evitar la susceptibilidad que crea entre algunos valencianos usar el término "catalán", se busque alguna alternativa. Creo que hace unos años se habló un tiempo de "lengua catalánica", ahora se podría decir el "catalán-valenciano", pero parece un poco tonto. Una vez más, la cuestión es de ponerle nombre a las cosas. O de ampliar significados...
Los políticos no parecen sin embargo estar tan de acuerdo con el dictamen, claro, esos no usan otras razones que sus intereses. El editorial de Las Provincias de hoy comenta:
El texto del dictamen contiene estudiadas ambigüedades e incluso cae en algunas contradicciones, tal vez de modo voluntario y con el fin de contentar a los dos sectores que están representados en el seno de la institución. Reconoce la identidad propia del valenciano pero, a la vez, lo incluye en el mismo sistema lingüístico que el catalán, el mallorquín y las distintas hablas de los territorios de la antigua Corona de Aragón.
Y luego:
De las próximas actuaciones de la Acadèmia se deducirá si el dictamen aprobado ayer es una vía para la defensa del valenciano o, por el contrario, no es más que un nuevo intento de diluir su identidad fusionándolo con el catalán. En este caso, se encontrará con el rechazo de una sociedad que exige que se respete la legalidad estatutaria, que establece claramente que el valenciano es una de las señas de identidad de la Comunidad.
Con lo que uno no puede sino acordarse del dictamen del equipo de "expertos" de hace un mes sobre el tema de los Archivos de Salamanca.
2. El socavón
Leo a MPawley una reflexión interesante, que me vino a la cabeza cuando le oí a Maragall la comparación de los hundimientos del barrio del Carmel de Barcelona con lo del Prestige: en efecto, la desastrosa gestión pública, la opacidad y coacción sobre los medios de comunicación para que no informen sobre el fondo (nunca mejor dicho) del asunto, y el consabido argumentario de los responsables políticos de echar la culpa a "los técnicos" recuerdan demasiado a lo del Prestige. La ausencia de reconocimientos de errores y de dimisiones, es una lástima, también. La incomprensión con las vícitmas, el desprecio tan olímpico por la situación generada, más de lo mismo.
De lo que no he conseguido leer demasiado es sobre el asunto del "método austriaco", que ahora la Generalitat ha prohibido (a buenas horas, lo cuenta el Diario de Noticias, por ejemplo). El nombre viene del país de origen, aunque es un sistema de exacavación que se usa en muchos sitios, siempre que el suelo sea duro (sobre todo si es roca consistente). Consiste en perforar en vertical hasta la profundidad deseada y comenzar a excavar siguiendo la cota, primero perforando y luego reforzando el túnel, con sistemas que sujeten (mallazos, gunita, bulones... y colocando cerchas si el terreno exige un mayor sostén). Luego se procede a impermeabilizarlo y revestirlo de hormigón. Por supuesto, si el terreno es blando, o tiene fallas, el sistema no se puede usar, porque el propio peso de la tierra de encima de la perforación provoca el deslizamiento. La ventaja del método es que resulta más económico, más rápido y más barato que usar un sistema alternativo en el que se vaya consolidando el terreno antes de perforarlo.
No se puede dejar de recordar el asunto de los terrenos de yeso sobre los que se plantaba la vía del AVE a su paso por Zaragoza. Y los dictámenes de los geólogos ocultados por los políticos, o ninguneados por las empresas que chupaban así varias veces de la ubre pública: para hacer la vía y para arreglar los socavones. Y así hasta ciento...
Y 3. La reflexión sobre el papel de técnicos, expertos y demás
Reflexión evidente: ¿a qué se meten los políticos a pontificar en campos donde tiene que haber criterios y consensos técnicos? ¿por qué a veces la tentación de los expertos o los técnicos de pontificar, quizá como defensa o como contraataque? ¿por qué las cosas no pueden analizarse de forma adecuada, con los datos técnicos, y de manera que los responsables políticos hagan lo que deben hacer: cumplir sus programas demostrando eficiencia y soporte racional?
Pero, sobre todo, por qué no podemos exigir que se declaren las razones reales: cuando los políticos echan mano del valenciano para darse de tortas, acuden a los técnicos para que les pongan el mazo más tieso y enorme. Ellos intentan hacernos creer que lo importante es la materia en cuestión, pero realmente lo importante es una lucha entre partidos, una lucha de poderes y de intereses. Como con lo del túnel del metro, que se expliquen las razones que motivaron las decisiones de usar un método no conveniente, que se especifique por qué hay que taparlo todo (la noticia), que se sepa qué y cuánto va a costar la broma...
En fin, que seguiremos con lo de siempre.
2005-02-10
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Dictámenes De Técnicos Y Expertos
2005-02-10
Unos casos de la prensa de hoy:
1. El valenciano
Leo (por ejemplo en Europa Press) que la Acadèmia Valenciana de la Lengua reconoce que la llamada lengua valenciana es el mismo idioma que es llamado catalán, ese idioma que se usa en Cataluña, Valencia, Baleares y Andorra. Aprobaron por unanimidad su dictamen, en el que aportan las suficientes pruebas históricas y filológicas para soportar su afirmación. Lo que proponen los académicos es que, por aquello de evitar la susceptibilidad que crea entre algunos valencianos usar el término "catalán", se busque alguna alternativa. Creo que hace unos años se habló un tiempo de "lengua catalánica", ahora se podría decir el "catalán-valenciano", pero parece un poco tonto. Una vez más, la cuestión es de ponerle nombre a las cosas. O de ampliar significados...
Los políticos no parecen sin embargo estar tan de acuerdo con el dictamen, claro, esos no usan otras razones que sus intereses. El editorial de Las Provincias de hoy comenta:
El texto del dictamen contiene estudiadas ambigüedades e incluso cae en algunas contradicciones, tal vez de modo voluntario y con el fin de contentar a los dos sectores que están representados en el seno de la institución. Reconoce la identidad propia del valenciano pero, a la vez, lo incluye en el mismo sistema lingüístico que el catalán, el mallorquín y las distintas hablas de los territorios de la antigua Corona de Aragón.
Y luego:
De las próximas actuaciones de la Acadèmia se deducirá si el dictamen aprobado ayer es una vía para la defensa del valenciano o, por el contrario, no es más que un nuevo intento de diluir su identidad fusionándolo con el catalán. En este caso, se encontrará con el rechazo de una sociedad que exige que se respete la legalidad estatutaria, que establece claramente que el valenciano es una de las señas de identidad de la Comunidad.
Con lo que uno no puede sino acordarse del dictamen del equipo de "expertos" de hace un mes sobre el tema de los Archivos de Salamanca.
2. El socavón
Leo a MPawley una reflexión interesante, que me vino a la cabeza cuando le oí a Maragall la comparación de los hundimientos del barrio del Carmel de Barcelona con lo del Prestige: en efecto, la desastrosa gestión pública, la opacidad y coacción sobre los medios de comunicación para que no informen sobre el fondo (nunca mejor dicho) del asunto, y el consabido argumentario de los responsables políticos de echar la culpa a "los técnicos" recuerdan demasiado a lo del Prestige. La ausencia de reconocimientos de errores y de dimisiones, es una lástima, también. La incomprensión con las vícitmas, el desprecio tan olímpico por la situación generada, más de lo mismo.
De lo que no he conseguido leer demasiado es sobre el asunto del "método austriaco", que ahora la Generalitat ha prohibido (a buenas horas, lo cuenta el Diario de Noticias, por ejemplo). El nombre viene del país de origen, aunque es un sistema de exacavación que se usa en muchos sitios, siempre que el suelo sea duro (sobre todo si es roca consistente). Consiste en perforar en vertical hasta la profundidad deseada y comenzar a excavar siguiendo la cota, primero perforando y luego reforzando el túnel, con sistemas que sujeten (mallazos, gunita, bulones... y colocando cerchas si el terreno exige un mayor sostén). Luego se procede a impermeabilizarlo y revestirlo de hormigón. Por supuesto, si el terreno es blando, o tiene fallas, el sistema no se puede usar, porque el propio peso de la tierra de encima de la perforación provoca el deslizamiento. La ventaja del método es que resulta más económico, más rápido y más barato que usar un sistema alternativo en el que se vaya consolidando el terreno antes de perforarlo.
No se puede dejar de recordar el asunto de los terrenos de yeso sobre los que se plantaba la vía del AVE a su paso por Zaragoza. Y los dictámenes de los geólogos ocultados por los políticos, o ninguneados por las empresas que chupaban así varias veces de la ubre pública: para hacer la vía y para arreglar los socavones. Y así hasta ciento...
Y 3. La reflexión sobre el papel de técnicos, expertos y demás
Reflexión evidente: ¿a qué se meten los políticos a pontificar en campos donde tiene que haber criterios y consensos técnicos? ¿por qué a veces la tentación de los expertos o los técnicos de pontificar, quizá como defensa o como contraataque? ¿por qué las cosas no pueden analizarse de forma adecuada, con los datos técnicos, y de manera que los responsables políticos hagan lo que deben hacer: cumplir sus programas demostrando eficiencia y soporte racional?
Pero, sobre todo, por qué no podemos exigir que se declaren las razones reales: cuando los políticos echan mano del valenciano para darse de tortas, acuden a los técnicos para que les pongan el mazo más tieso y enorme. Ellos intentan hacernos creer que lo importante es la materia en cuestión, pero realmente lo importante es una lucha entre partidos, una lucha de poderes y de intereses. Como con lo del túnel del metro, que se expliquen las razones que motivaron las decisiones de usar un método no conveniente, que se especifique por qué hay que taparlo todo (la noticia), que se sepa qué y cuánto va a costar la broma...
En fin, que seguiremos con lo de siempre.
2005-02-10 01:00 Enlace
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