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Historias > 100 Días
2004-07-26
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Hoy se cumplen, los 100 primeros días del nuevo gobierno de Zapatero en España. ¿Y? Tradicionalmente, ese era el tiempo que solía reclamar quien llegaba al gobierno para poder poner sus asuntos en marcha. Esra también una especie de tregua no escrita por parte de la oposición. Un "margen de confianza". Sabido es que, realmente, ese margen no existió por parte de la principal fuerza de oposición: todo lo contrario, conforme han ido pasando los días, las primeras acusaciones de acceso ilícito al poder se han convertido en verdaderas acusaciones de "mano negra". El siempre tan locuaz como fachoso Del Burgo decía este fin de semana (bueno insinuaba, que los políticos siempre juegan a eso) que el PSOE estaba detrás de una oscura maniobra, en conjunción con mandos policiales, que mantuvo al gobierno desconocedor de que una trama terrorista islámica iba a atentar en Madrid. Interesante declaración, que sería sin duda una acción sediciosa y terrorista de la mayor escala. Si algo así fuera cierto, no sé qué estaba pasando en la cosa judicial que no se había ya, inmediatamente, ilegalizado el PSOE, detenidos sus dirigentes y, de paso, cerrado el diario "brazo de la prensa del terrorismo psoecialista", El País, acaso también La Vanguardia, clausuradas las emisoras de la SER y demás...
Pero íbamos a hablar de los 100 días. A mí, qué quieren que les diga, me han desinflado un poco. No es nada que no pudiera esperarse de blanditos como los del PSOE. Ya hablé por aquí, al poco de llegar el nuevo gobierno, de eso del "talante", de las expectativas que se levantaban. Como siempre pasa, hay de cal y hay bastante de arena. En el haber está sin duda una serie de iniciativas que estaban en el programa del partido del gobierno, y que recogían sentires populares: la retirada de Irak y toda la estupidez asesina de la guerra en que nos había embarcado ilegalmente el anterior gobierno, paralizar el mogollón de la LOCE, comenzar a actuar con el asunto de la violencia sexista, la igualdad de derechos para los homosexuales, lesbianas y demás; desmantelar la televisión-aparato de propaganda... Nada de ello, sin embargo, se ha hecho demasiado bien: quiero decir, las formas (algo llamativo para esto del "talante") han sido un tanto chapuceras, como si fuera imposible planificar adecuadamente las cosas. O al menos, ellos incapaces de hacerlo.
Se ha comentado que la llegada tan inesperada al poder les pilló en bragas, que tuvieron que tirar de aquí y allá para componer la lista de altos cargos, para ponerse en situación y demás. El que sea cierto tampoco supone una justificación en modo alguno. A lo largo de estos primeros cien días ya se ha visto descoordinación entre ministerios y en el mismo consejo de ministros, con anuncios por un lado y desautorizaciones al momento por otro. Una tensión en lo económico que, sin duda, nos mareará mucho en el futuro. Por otro lado, la tentación de echar siempre la culpa al que ocupaba antes el cargo (eso que tanto hizo el PP durante casi 8 años en el poder, que ya les cundió el tema...) ha sido también habitual. Y no digo que no sea adecuado sacar a la luz las cuentas mal hechas, o los chanchulletes... pero si en esto se convierte toda la acción de gobierno mal vamos. El "y tú más", es triste, sigue siendo uno de los principales puntos de todos los argumentarios.
En el asunto del 11-M, la comisión parlamentaria parece cosa de teleñecos. Un juego de pingpong del que difícilmente saldrán ideas claras. Las lecturas parciales e interesadas de todos los documentos y las declaraciones consiguen enmarañar todo un poco más. ¿Alguien ha pensado en reconocer en este país -algún político, digo- su responsabilidad en un error? Es difícil que de repente una clase política mal educada en democracia (y posiblemente en todo lo demás) pueda comportarse como es debido.
En resumen, que si estos cien días marcan lo que vamos a ver el resto de la legislatura, lo tenemos jodido. Si empiezan a aprender maneras, si se ponen en marcha realmente los proyectos ilusionantes y sobre todo si se comienza a trabajar conjuntamente en ese gobierno, la cosa podría mejorar. ¿Serán capaces? Desde luego no lo tienen fácil: las medidas que van anunciando tomar, o que van tomándose, van encontrándose a los sectores de la oposición conservadora muy bien colocados y haciendo mucha presión. Por ejemplo, en el mismo CGPJ.
Convendría tener un poco más de "mano izquierda". En el sentido clásico de la palabra, y en el literal: jugar con las cartas que se tienen, evitando la confrontación directa con los conservadores siempre que se pueda, jugando con el poder que ya tienen para poder deslizar adecuadamente sus programas (y en mayor colaboración con las fuerzas que les apoyan en el parlamento, que siempre pasa lo mismo, que se olvidan...); pero también tirar más hacia la izquierda, ser menos mojigatos... Por ejemplo, ¿a santo de qué tenía que ir ZP ayer a la misa mayor de Santiago?
En fin, 100 días dan para mucho, y es cierto que en estos tres meses y poco han pasado muchas cosas, y se están removiendo algunas otras que convenía menear cuanto antes. Pero, ojo, uno no puede ir siempre de buen rollito y obviedades. Hace falta chicha, trabajo, convencer y convencerse de lo que se hace. Y, en eso, en estos 100 días no han comenzado ni a escribir la primera página.
2004-07-26 01:00 Enlace
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