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la boca
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2004-01-14
)

Caídos Del Cielo
2004-01-14


Territorios, Ciencia-Futuro, El Correo
miércoles 14 de enero de 2004


El bólido observado por miles de personas el pasado domingo 4 de enero de 2003 ha despertado la curiosidad sobre la materia que cae sobre la Tierra. ¿Se trata de un peligro ante el que no tenemos defensa?

Un bólido es, usando el término científico, una luz rápida y brillante (se suele considerar que ha de ser más brillante que el planeta Venus) que atraviesa el cielo, a veces dejando un rastro tras de sí similar al de un avión. En otras ocasiones se le describe como "bola de fuego" y desde muy antiguo han causado sorpresa y temor a quienes lo contemplaban. Lo cierto es que cualquier objeto entrando rápidamente en nuestra atmósfera sufre una fricción descomunal, que lo calienta hasta la incandescencia... y a menudo hasta su destrucción. Normalmente el origen de estos bólidos es extraterrestre: se trata de materia interplanetaria que se nos viene encima. Pero la era espacial nos ha traído también bólidos de factura humana: chatarra espacial que acaba cayendo sobre la superficie terrestre. Como sucedió el 27 de noviembre de 1999, cuando un bólido con un brillo semejante al de la Luna fue observado desde Marruecos, España, Francia e Italia, debido a la reentrada de una fase del cohete lanzador chino Shenzou.

Lo más normal es que no haya testigos, porque en un gran porcentaje la superficie de nuestro planeta no está habitada: los océanos, desiertos, zonas polares o bosques tropicales. Por otro lado, la habitual presencia de nubes dificulta también la observación de estos meteoros (palabra que define los fenómenos que se dan dentro de la atmósfera, con la misma raíz griega que la palabra meteorología¸ es decir, estudio de los meteoros). Pero, además, tampoco son fenómenos muy habituales.

Y ello a pesar de que continuamente nos está cayendo materia proveniente del espacio por el que orbita la Tierra: se estima que un promedio de 100-110 toneladas métricas, principalmente en forma de polvo interplanetario, caen sobre nuestro planeta cada día. Ese polvo es el responsable del fenómeno de la luz zodiacal, una banda de brillo un poco menor que el de la Vía Láctea que se puede observar las noches sin Luna en el cielo nocturno, en torno a la eclíptica tras la puesta o antes del orto solar, hasta unos sesenta grados de separación angular de nuestra estrella. Ese polvo es material expulsado desde los cometas que orbitan en torno al Sol (en torno a un 50%) o resultado de las colisiones entre asteroides del cinturón de estos objetos que existe entre las órbitas de Marte y Júpiter (un 40%). También una un pequeño porcentaje que viene de otras estrellas, porque su composición es diferente de la característica de los materiales de nuestro Sistema Solar. Su distribución no es uniforme y el flujo de ese material aumenta cuando la Tierra pasa cerca de alguna de las numerosas corrientes meteóricas: los restos que cometas (pero también asteroides) dejan en órbita alrededor del Sol).

Desde los años 50 se comenzó a estudiar porque, no sabiéndose entonces su densidad, se especulaba con que quizá una gran densidad de polvo interplanetario imposibilitaría los viajes espaciales. Las mediciones a partir de muestras recolectadas con aviones en la alta atmósfera, y también los análisis del polvo interestelar que se recolecta en los fondos marinos permiten estimar esa tasa de caída tan grande, pero también comprender que este polvo no impide viajar al espacio (sólo hay unas pocas partículas por kilómetro cúbico). Sin embargo, cualquier satélite artificial resulta bombardeado por partículas veloces que pueden horadar su fuselaje. Estos micrometeoritos son responsables del fallo que se produjo en 1993 en el satélite Olympus, cuando nuestro planeta atravesaba la corriente que genera las Perseidas.

Típicamente, este material tiene un tamaño entre 1 y 50 micras (con un peso menor que un miligramo), son pequeños granos de polvo de olivina, piroxenos, magnetita, varios silicatos y otros materiales carbonáceos similares a los que se recogen en la Tierra en forma de meteoritos. Normalmente, aunque viajan a velocidades que oscilan entre 10 y 70 kilómetros por segundo, y se frenan en la atmósfera terrestre. Las más pequeñas ni siquiera se calientan y acaban cayendo como una fina y desconocida lluvia de polvo sobre la superficie terrestre.

Pero también hay material que tiene más de 50 micras de tamaño. Menos abundante, al entrar en la atmósfera se calienta mucho por la fricción del gas, y se produce un fenómeno denominado ablación: se calienta y funde, incluso vaporiza en un tiempo muy corto, típicamente uno o dos segundos. Ese granito de polvo puede producir mientras tanto luz, observable de noche como una estrella fugaz. También provocan una ionización del aire a su paso, que se puede medir mediante radioantenas. Son los meteoros más conocidos, sobre todo algunas lluvias anuales como las Perseidas de agosto o las Leónidas de noviembre. Con un tamaño que no llega normalmente a los 3 mm, este polvo meteórico se ha podido asociar en esos casos de lluvias anuales a algunos cometas y asteroides conocidos, que tienen órbitas similares. Pero también hay parte de él cuyo origen se desconoce. Las redes de observación y análisis van permitiendo no sólo comprender mejor su origen, sino también realizar pronósticos más acertados de cuándo se producirán los máximos de cada lluvia.

Más raramente, hay cuerpos mayores aún. A veces esos cuerpos sólidos, o meteoroides, tienen tamaños mayores. Lo suficiente como para crear una bola de fuego o bólido que durante unos pocos segundos ilumina el cielo (la de mayor duración registrada, en 1972, sobre Wyoming (EEUU) duró 101 segundos, aunque la ionización provocada en la atmósfera al paso de un objeto que entra a varias decenas de kilómetros por segundo puede persistir mucho más tiempo: en 1993, sobre Pasamonte (Nuevo México, EEUU) la fluorescencia del cielo persistió durante tres cuartos de hora. Estos bólidos se analizan desde los años 50 con redes internacionales que disponen de cámaras que van realizando fotografías del cielo nocturno, como la Red Europea de Observación de Bólidos (European Fireball Network) establecida en 1951 en Checoslovaquia. En España funciona desde 1997 la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos, coordinada por el Dr. Josep María Trigo en la Universidad Jaime I de Castellón.

Gracias a ellas, los científicos pueden obtener información sobre estos cuerpos, que pueden tener, como posiblemente fue el caso del 4 de enero pasado, un peso de entre varias decenas a más de un centenar de toneladas. La fricción provoca tales tensiones en estas rocas que normalmente acaban en unos pocos segundo destrozadas por ellas, fragmentándose y creando, a veces una pequeña lluvia sobre el suelo de meteoritos, piedras del espacio. Pero típicamente se recupera muy poco del bloque inicial: un meteorito de 11 kilogramos fue lo único que se recuperó de un brillante bólido observado sobre Pribram (Checoslovaquia) en 1959, que tenía según los cálculos, más de 200 toneladas de peso al entrar en la atmósfera. Dependiendo de la trayectoria, los restos se pueden dispersar en zonas elípticas de decenas de kilómetros de eje mayor.



Los Hermanos Mayores
Si casi toda la materia interplanetaria que cae sobre nuestro planeta lo hace en forma de pequeños granos de polvo, muy pocos son los bólidos (unas pocas decenas anualmente) de masa mayor que un kilogramo y muchísimo menos frecuentes los objetos mayores capaces de llegar hasta el suelo para formar meteoritos. Sólo unos 2.000 meteoritos se habían recogido y clasificado antes de 1950. Con el interés creciente que la carrera espacial desató en torno al mundo de las "piedras caídas del cielo", ese número se ha centuplicado en los últimos 30 años. Sólo en la Antártida, donde el hielo protege a estas rocas de su degradación por los factores ambientales, se han recogido más de veinte mil meteoritos. El mayor conocido se recogió en Hoba (Namibia) y pesa 60 toneladas, con un tamaño de 3 metros de lado.

Hay objetos mayores, con frecuencias afortunadamente aún menores en los impactos contra nuestro planeta, pero que dejan cráteres que pueden ser observados incluso millones de años después de haberse producido el impacto. Se conocen más de doscientos cráteres meteóricos en nuestro planeta, y los geólogos han encontrado además las huellas de antiguos cráteres que atestiguan impactos catastróficos, posiblemente los responsables de varias de las grandes extinciones de la vida en nuestro planeta. La más conocida, sin duda, la que marcó el fin del Cretácico, hace 65 millones de años, y la extinción de los dinosaurios. Una de estas, estadísticamente, sucede cada 200 millones de años.

2004-01-14 10:15 Enlace

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Comentarios

1
De: Piru Fecha: 2004-01-15 06:27

Acerca del gran bólido sobre Wyoming que comentas, The Great Daylight 1972 Fireball over Wyoming, se puede aportar esta imagen tomada aquel día.



También existe una larga secuencia filmada por un turista que lo muestra con una nitidez asombrosa. Lo llegue a ver en cierta ocasión, pero no he sido capaz de localizarlo por Internet. El caso es que aquellas imágenes eran escalofriantes, una gigantesca bola de fuego atravesando todo el cielo.

Un estudio algo somero sobre este extraordinario bólido se puede encontrar aquí junto con referencias bibliográficas muy interesantes.

¿Alguien sabe cómo se puede encontrar el número 44 de Sky and Telescope de octubre de 1972? :)



2
De: Eratóstenes Fecha: 2004-01-15 10:23

Hace unos 4 años tuve la increible fortuna de ver un bólido hacia las 2 de la madrugada.

Iba conduciendo cuando el objeto cruzó delante de mi de oeste a este sobre el mar, a poca altura sobre el horizonte. Parecía dejar tras de si un chisporroteo verde-amarillento.

Y el fenómeno duró bastantes segundos (más de 30). Cada vez que paso por el lugar me acuerdo de que lo perdí de vista por culpa de una curva y un cambio de rasante, y que al enderezar todavía era visible.

Debo confesar que, a pesar de saber casi con certeza lo que estaba viendo, el fenómeno me sobrecogió.

Creo que estaba finalizando el mes de abril del 2000. Miraré en los enlaces a ver si alguien más vió algo en esas fechas.



3
De: Anónimo Fecha: 2007-04-06 03:27

hay alguna forma de salvarnos en caso de este fenomeno no natural



4
De: Iván Fecha: 2007-04-06 05:08

No es por nada pero este fenomeno es de lo mas natural del mundo, poco frecuente pero natural 100%, deberias comprender mejor el significado de las palabras.



5
De: victoria jordan Fecha: 2007-07-08 05:39

El pasado viernes 06 de julio del 2007 en el valle del cauca colombia en el cielo se vio un bolido y hasta ahora no se a descubierto nada.



6
De: Iván Fecha: 2007-07-08 22:53

Javier podra puntualizartelo mas, pero si no me equivoco la gran mayoria, casi el total, no llegan jamas a la superficie porque se deshacen completamente a su paso por la atmosfera, asi que no se que quieres decir con que aun no se a descubierto nada.



7
De: Yabba Fecha: 2007-07-09 00:03

Quiere decir que no se ha descubierto que sean los restos de una nave espacial alienígena con cadáveres dentro, que es lo que le interesaría que se descubriese. Lo otro son cosas aburridas que no le interesan a esta gente.



8
De: Iván Fecha: 2007-07-09 00:44

Lastima, no entiendo como la gente esta tan avida de maravillas y cosas increibles, y teniendolas en la cara todos los dias necesitan inventarse tontadas, marcianitos verdes y demas anormalidades....

Joder, iros a un monte una noche, que no lleguen luces de la ciudad y podreis alucinar solo estando alli, tanto marciano y tanta imbecilidad.



9
De: Yabba Fecha: 2007-07-09 01:59

Por cierto, se sale bastante del hilo, pero tengo que decirlo : el ínclito Iker sigue con sus problemas con el latín. Acaba de decir en su "programa" sobre las psicofonías que el ser humano de un tiempo a esta parte se ha convertido en "HOMUS electronicus" :)



10
De: Iván Fecha: 2007-07-09 02:16

Es latin superior Yabba, que nu te enteras, eso o nos ha convertido en un plato de cocina :P



11
De: Diego (MrDeejay) Fecha: 2007-07-09 03:30

Pues anda que el tipejo que tenia al lado, supuesta mente experto en psicofonias, flipaba un poco ¿no?



12
De: Yabba Fecha: 2007-07-09 12:47

No sé decirte, yo después del Homus ya claudiqué y cambié de canal :)



13
De: Diego (MrDeejay) Fecha: 2007-07-09 14:18

Yo lo pille acabando, es que antes me puse a ver 2 episodios de una serie que compre el otro dia, sobre un artefacto en forma de anillo quee.... bueno, ya sabes cual es. :)



14
De: Iván Fecha: 2007-07-09 14:37

Me suena, ¿algo sobre el anillo de los Nibelungos?, espero que sea ua una Serie de Nuestra Nacion de Naciones, Digna de Elogio y Admiracion, con Guiones de alto Contenido Social y Dirigida por Uno de los Grandes del Mundo del Celuloide de Nuestra Nacion de Naciones,y no una piltrafilla del imperio del mal y de subgeneros como ciencia ficcion :P



15
De: Diego (MrDeejay) Fecha: 2007-07-09 14:43

Jajajajajaja, no, este anillo viene a medir como unos 7 metros, y sirve para transportarte a otros planetas.

Mas pistas ya no se pueden dar, esta clarisimo que serie es. :P



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