Yo me enteré el otro día de algo interesante en relación con el spam (si peco de ingenuo disculpen, pero prefiero correr el riesgo si con ello evito que alguien caiga en la trampa):

Cuando uno recibe un mensaje de publicidad no solicitada, en ocasiones, éste incopora un vínculo que dice algo así como "Si no desea recibir más información sobre las ofertas especiales de Sexy Burbujitas, Inc., pinche aquí".

Pues bien, pinchar ahí es lo último que debe hacer uno, puesto que es una maniobra del anunciante para averiguar qué cuentas de correo están activas. En el momento que haces clic, ¡paf! a la base de datos.

Yo que usted le enviaba al Sr. Volton un catálogo de Sexy Burbujitas, Inc. :-)

Ya se ha hecho justicia con el notas.

Yo, para mi desgracia, puedo corroborar en mis propias carnes virtuales que es absolutamente cierto lo que dice Yogurtu. Hubo una temporada en la que recibía unos 6 ó 7 mensajes de spam diarios. Entonces me dió por ir pinchando (durante tres o cuatro días seguidos) en los enlaces esos de "Bórrame de la lista y tal y tal", pensando (iluso de mí) que me iban a hacer caso... El resultado es que a partir de la semana siguiente, y hasta la fecha de hoy, recibo unos 80 o 90 spams diarios, de los cuáles no tengo forma de deshacerme (el Webmail que uso no tiene filtro anti-spam... snif!). La única forma sería dejar de usar mi cuenta de correo y cambiarla por otra... Una cuenta a la que tengo mucho cariño, ya que llevo usándola desde hace 7 años...

Pues a mí me mandan catálogos de literatura agropecuaria, recordándome que sólo atienden pedidos en tienda o por teléfono. No tengo forma de librarme de los cretinos de GAL Ediciones.